Confebask insta a “redoblar esfuerzos” en I+D, tras el “desconocido retroceso” de la inversión en 2013

El presidente de Confebask, Miguel Ángel Lujua, ha instado a “redoblar esfuerzos” para “converger en el apoyo a la I+D”, tras el “desconocido retroceso” en la inversión que se produjo el pasado año y que pone de manifiesto que “la gravedad de la crisis y su duración hace muy dificultoso destinar a este ámbito el esfuerzo que sería necesario”.

En un artículo en su blog, ha resaltado que, según los datos del Eustat sobre inversión en I+D correspondientes a 2013, indican “un desconocido retroceso” del 4,1% en los recursos destinados a esta actividad durante el pasado año, respecto a 2012, “cuando en más de tres décadas no habíamos registrado un ejercicio peor que el precedente”.

En esta línea, ha alertado de que la cuantía global de los fondos, 1.316,8 millones de euros, se sitúa “en cifras de 2009” y el esfuerzo inversor sobre el PIB ha caído del 2,6% de 2012 al 1,99%, lo que le coloca “ligeramente por debajo de la media comunitaria” del 2,02%. “Algo que va en detrimento de uno los diferenciales positivos que manejábamos y que también se orienta en dirección contraria a cómo están evolucionando las economías punteras”, ha añadido.

Asimismo, ha incidido en que, si bien la financiación y ejecución en I+D de las administraciones públicas ha venido disminuyendo a lo largo de la crisis, en el caso de las empresas, que suponen el 57% de la I+D vasca, “esto no se había producido hasta la fecha”.

Según ha apuntado, “las empresas vascas, a pesar de los aprietos derivados de la crisis, han seguido apostando todo este tiempo por el mantenimiento sostenido de la inversión en I+D, conscientes de la importancia de ésta como elemento clave de competitividad”. “Que por primera vez en 2013 esa inversión no sólo no crezca, sino que disminuye, induce a pensar que la gravedad de la crisis y, sobre todo su duración, hace ya muy dificultoso destinar a este ámbito el esfuerzo que sería necesario”, ha indicado.

Asimismo, ha señalado que, teniendo en cuenta además “los problemas de actividad y demanda” a que se enfrenta la industria y su negativo crecimiento intertrimestral en el segundo trimestre de este año en un 0,9%, “la preocupación se acrecienta por cuanto arroja un panorama de debilidad sobre el que urge tomar conciencia”.

En el lado positivo, ha destacado el incremento experimentado por el número de investigadores, que crece un 0,6%, lo que permite aumentar el número de personas “altamente preparadas” que contribuirán a la “permanente mejora de la ciencia y la investigación vasca”.

En cualquier caso, ha insistido en que, “si la inversión general en I+D decrece y las empresas encuentran cada día más comprometido destinar recursos a esta actividad no solo por la crisis, sino también por los problemas de financiación y los lastres y cargas competitivos soportados, y si no ponemos en marcha actuaciones que reviertan esta tendencia, caminamos en una dirección que no garantiza el necesario soporte al modelo económico en el que queremos basar nuestro futuro económico y de desarrollo”.

De este modo, ha afirmado que abogar por una economía de alto valor añadido y, “como base”, por una industria tecnológicamente avanzada, innovadora y competitiva, que sea capaz de “empujar” crecimiento, progreso y empleo, exige “redoblar el esfuerzo en muchos ámbitos, pero muy especialmente en el de la I+D”.

“Favorecer la transformación productiva que estamos encarando obliga a una apuesta seria y contundente que las empresas han venido haciendo incluso en tiempos adversos, pero que debe necesariamente complementarse desde el ámbito institucional con compromisos presupuestarios (algunos programas destinados a I+D llevan con sus recursos congelados cuatro años) y sobre todo fiscales, máxime si las empresas carecen en este momento, tras seis años de crisis, del oxígeno necesario para llevar sobre si el peso fundamental de esa responsabilidad”, ha asegurado.

INCENTIVOS

Por ello, ha apelado a “redoblar” el estímulo económico, los incentivos financieros y fiscales en todas aquellas áreas que, como la I+D, aportan “ventajas diferenciales respecto a nuestra competencia”. En caso contrario, ha advertido, “nos quedaremos rezagados en una carrera competitiva que no cesa y en la que tradicionalmente hemos sido punteros”.

En esta línea, ha planteado que la política fiscal debe actuar “más allá del objetivo puramente recaudatorio”, como “el potente instrumento de política económica que es y que en otras épocas supimos tan bien aprovechar para superar otras crisis y modernizar nuestra economía”.

Por su parte, ha abogado por “mantener las deducciones que correspondan a los factores que soportan nuestro desarrollo sin endurecer las condiciones exigidas, pero también por idear y potenciar alternativas facilitadoras en el resto de los ámbitos”.

“Más I+D es más capacidad para crecer, para competir y para favorecer el desarrollo de medio y largo plazo redundando con ello en el bienestar colectivo. En ese esfuerzo debemos todos converger”, ha concluido.