“Con la excusa de la crisis se han desmontado los sistemas de igualdad de género”
Encarna Bodelón, profesora de Filosofía del Derecho en la Universidad Autónoma de Barcelona y especialista en temas de género, considera que el concepto de igualdad no se aborda correctamente en las leyes de igualdad. Su ponencia ha inaugurado el curso de verano '10 años de la Ley Vasca de Igualdad de Mujeres y Hombres: avances y retos', organizado en colaboración por Emakunde y la Universidad del País Vasco.
Según ha explicado, las leyes de igualdad aprobadas en Europa, así como la Ley Orgánica española, tienen origen en la legislación antidiscriminación, “se ha entendido como un problema de discriminación entre personas”,ha afirmado. Pero en su opinión no abordan la discriminación hacía las mujeres como “un problema de subordinación social estructural”. Por ello, ha propuesto dar el salto hacía “políticas de anti subordinación”. Además, ha lamentado que con la “excusa de la crisis y con la entrada de políticas económicas neoliberales, se hayan desmontado rápidamente los sistemas de igualdad de género”.
En relación a esta visión conceptual, ha explicado que lo contrario a la “igualdad” es la “desigualdad”. Sin embargo, “las instituciones han entendido que la igualdad de género tiene que ver con la ”identidad“, es decir, lo contrario a la ”diferencia“”, y que por tanto, la solución pasaría por eliminar la diferencia. Esto plantea un “problema teórico que provoca que no se haya abordado el problema desde la raíz”.
Centrándose en la legislación española, la ley orgánica no define con claridad en concepto de igualdad que defiende, incluyendo en su articulado “conceptos insuficientes como la igualdad de trato o de oportunidad”. La carencia de un concepto bien definido y entendido de “igualdad efectiva” acarrea problemas en la interpretación jurisdiccional del mismo, que se refleja claramente en la jurisprudencia.
A su juicio tanto la ley española, como las autonómicas “carecen de mecanismos eficaces de sanción”. “Parece ser que hay miedo a sancionar las vulneraciones del derecho de igualdad de género”, ha explicado. “Siempre se han demonizado los movimientos feministas que luchan por la igualdad”, y en este sentido ha advertido que la falta de sanciones convierte a estas leyes en “soft law” o en meros principios, que Encarna Bodelón ha comparado con “encomendarse a la Virgen”. Por eso, ha propuesto establecer “sanciones administrativas para aquellos que vulneren la ley, como se hace con otros sectores, por ejemplo, el trafico”, y premios para los que impulsen la igualdad efectiva.
Dentro que las legislaciones autonómicas, ha criticado duramente la valenciana o la balear, que segçun ha explicado pretenden dar solución al problema “igualando las mujeres a un estándar masculino abstracto”. Estas leyes parecen insinuar que “las mujeres no toman parte en la vida laboral y política por voluntad propia”. Partiendo de esa concepción, estas leyes se limitan a “proporcionar y fomentar”. Bodelón ha añadido en tono irónico que las leyes mencionadas parecen estar más dispuestas a “sancionar a las propias mujeres por no participar de forma activa en el sector laboral y político”.
Por otra parte, ha lamentado que las obligaciones y deberes jurídicos tienen “textura porosa”, ya que no se hace un seguimiento eficaz de los mismos. Como fiel reflejo, ha mencionado los 'Informes de Impacto de Genero' que ha calificado de “deleznables”.
En la parte final de su exposición, ha analizado la repercusión de estas leyes en las relaciones laborales, mostrando unos datos que distan bastante de lo esperado. La jurisprudencia emanada de la jurisdicción social muestra que la litigiosidad es muy elevada. Las mujeres encuentran múltiples dificultades a la hora de ejercer sus derechos en relación a la maternidad y a la distribución de la jornada. Sin embargo, en aquellos casos en los que un hombre es el demandante, el 46% de los casos son por acoso sexual. “Pero no porque este hombre haya sido acosado, sino porque interpone un recurso jurisdiccional tras haber sido despedido por ejercer acoso sexual.”
“Los Planes de Igualdad de las Empresas tampoco son demasiado eficaces”, según muestra el análisis realizado por el grupo de investigación Antígona que dirige Encarna Bodelón. Así, ha identificado numerosos problemas entre los que cabe destacar la “falta de datos concretos para realizar la diagnosis”, “sistemas de evaluación demasiado genéricos”, e incluso la “utilización de lenguaje sexista en el mismo plan”. También existen dificultades al introducir en estos planes cambios para eliminar la discriminación salarial, para lograr la conciliación de la vida personal y laboral, así como para implantar cambios en los procesos de selección.
Como reflexión final, ha afirmado que a pesar de todos los problemas que ha expuesto, “las leyes de igualdad han sido un paso decisivo”. Aun así, y aunque se haya avanzado, “todavía queda un largo camino por recorrer”.
