Los vascos no se creen el discurso de la recuperación económica y suspenden la gestión de Lanbide
¿Creen los vascos que se ha superado la crisis económica, tal y como reiteran algunos políticos en sus discursos? Pues no. El 87% de los vascos cree que todavía no se ha superado. Además, ha aumentado la preocupación por las desigualdades sociales, bastante por encima de la inquietud que siente la ciudadanía vasca por la corrupción o por el estatus político de Euskadi.
Estas son algunas de las conclusiones del informe sobre la situación del País Vasco correspondiente al segundo semestre de 2015 elaborado por la Universidad de Deusto y bautizado como DeustoBarómetro Social, que se realizó con mil encuestas entre los días 12 y 23 de noviembre.
El 60% de los vascos creen que la economía va regular, así que la mayoría sigue reduciendo sus gastos en ocio y tiempo libre a causa de la crisis. Uno de cada cuatro vascos deja de ir al dentista por problemas económicos o sigue reduciendo sus gastos en alimentación o ropa que necesita. El deterioro de las condiciones laborales supone ya el segundo problema de Euskadi para el 34% de los vascos, solo superado por el paro (un 61%).
La tendencia de salarios a la baja o estancados y el aumento de la carga laboral lleva a que un 88% de vascos piense que las grandes empresas no respetan los derechos de sus trabajadores.
Mala imagen de las grandes empresas
En esta línea, el sondeo de este semestre ha introducido unas preguntas sobre la percepción que tienen los vascos de las empresarios, con unos resultados muy negativos: la mayoría consideran que los directivos de las grandes empresas no son honrados ni sensibles a los problemas de la ciudadanía. Para el 80%, las grandes empresas no se preocupan por el medio ambiente, ni luchan contra la corrupción, ni se preocupan por los colectivos que sufren más necesidades económicas.
Los autores del estudio, Braulio Gómez y María Silvestre, han resaltado que en el anterior sondeo, hace medio año, había más optimismo.
De hecho, el sondeo revela que ha empeorado hasta la percepción de los servicios públicos: para los vascos, han empeorado. Osakidetza sigue siendo el servicio público mejor valorado, con una nota de 6,3 sobre 10, pero suspende Lanbide (un 3,6), las política de vivienda, las pensiones o los servicios sociales.
