Warhol a la una, Warhol a las dos...
Dicen que en tiempos de crisis económica el arte es un buen negocio. Y dicen que en tiempos de crisis económica el arte es un mal negocio. He leído todas estas cosas que dicen artistas, galeristas, asesores y compradores. Y lo cierto es que hay indicios para pensar que el arte es buen negocio en tiempos de crisis. Pero también hay indicios de que es un mal negocio en tiempos de crisis. Así que si queremos hincar el diente en este mundo sin abandonar una aconsejable prudencia, quizá debamos prestar atención a unas de las últimas subastas de la casa Christie's.
Autor subastado: Andy Warhol. Obra: pinturas, dibujos, fotografías y litografías. Modo: puja online. Precios: para lo bien mirado que está el chico, bastante accesibles, oye.
Los amantes del maestro del Pop Art podrán pujar hasta mañana –la subasta ha estado abierta un semana- por una o varias de las ciento veinticinco piezas que la Fundación Warhol ha decidido acercar al comprador en una especie de gesto democratizador. Y si no, lean lo que ha dicho a Europa Press Elizabeth Webb, una de las especialistas de la casa Christie's: “Esta es una subasta accesible a un gran abanico de personas, ya que cualquiera que lo desee podrá adquirir desde su casa y desde cualquier parte de mundo una parte de Warhol con precios de salida que oscilan entre los 600 y los 70.000 dólares (entre 454 y 52.996 euros)”.
El sistema es muy parecido al de otros portales donde los usuarios sacan a la venta productos nuevos o de segunda mano: los internautas hacen una oferta y pueden seguir la evolución de la puja en rigurosísimo directo. ¿Y qué se va a poner en el cajón de los pares sueltos? Pues tomen nota: Campbell's Kitchen Rice Soup, I love your kiss forever forever, la serigrafía New Coke o Self-Portrait with Fright Wig, poner poner algunos de los ejemplos más suculentos.
No es la primera vez que la Fundación Warhol se inclina por este tipo de venta para acercar la obra del artista norteamericano al pequeño comprador. La primera vez que lo hizo consiguió recaudar más de doce millones de euros. Calderilla, si tenemos en cuenta que hace unos años su obra Green car crash, Green burning car se subastó por más de cincuenta y tres millones de euros. Lo que pasa es que en el arte, como en la vida, lo de menos es el dinero.