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Un documental para “despertar” el “orgullo” de El Puche, el barrio de Almería que lucha contra los prejuicios

Imagen del Documental de El Puche

Miguel Ángel Santiago

Almería —

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El Puche es una barriada de la capital almeriense y su “mala imagen” la tiene grabada a fuego por el estigma social enhebrado década tras década. Este vecindario vive una situación complicada que emana de diversos factores. Pero la conjunción de estos elementos reduce el problema a la siguiente ecuación: falta de civismo que promueve el abandono. Sus vecinos ya están hartos de cargar con esa turbia imagen y, precisamente eso es lo que se retrata en el documental ‘¿Y si es verdad?’, dirigido por Loles Peña de La Pañoleta films.

Se trata de un documental de 30 minutos con un formato en el que busca alejarse de la simple queja. Invita a conocer vidas, historias reales de diferentes generaciones que viven de El Puche. Se muestra, por primera vez, la voz de vecinos de todas las edades de esta barriada y cuentan su sentir y la foto fija actual del vecindario. Vidas que con su decir y contar nos enseñan otra realidad de la barriada, la que pocas veces se ve o se cuenta. Y, a la vez, plantean algunas preguntas y cuestiones que buscan la reflexión de toda la sociedad.

Desde hace mucho tiempo se espera que la comunidad que vive en este barrio genere cambios y se haga parte de la ciudad. Este documental viene a darnos a entender que esto ya está pasando. Las preguntas ahora son estas: “¿Está la ciudad preparada? ¿Queremos? ¿Y si es verdad? ¿Y si es verdad que existe un cambio y nos toca a todos los agentes sociales e institucionales responder? ¿Queremos darnos cuenta o abrir la posibilidad a ello?”.

Este audiovisual se estrenó el pasado mes de diciembre en el Teatro Apolo de Almería bajo la atenta mirada de centenares de personas, entre las que se encontraban las concejalas Paola Laynez y Lorena Nieto, el director del Instituto de Estudios Almerienses (IEA), Mario Pulido, y el delegado territorial de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad de la Junta de Andalucía, Francisco Bellido.

 

La idea es, tal y como cuenta su directora al elDiario.es Andalucía, “visibilizar esta situación de una manera diferente”. Loles Peña, junto con Óscar Bleda, coordinador de la Asociación Ítaca, cayeron en la cuenta de que “en los medios nunca se cuentan las historias personales que hay detrás de los titulares sensacionalistas, por eso decidimos que era necesario que personas como Mari Ángeles, Hakim o Shainaz pusieran voz a esa realidad”. Peña alude a la “evidente responsabilidad de los medios” porque “solo hace falta ver la hemeroteca de cualquier medio regional/nacional para confirmar que en ellas no aparecen noticias positivas o favorables sobre el barrio”. El mismo en el que “se cuenta con una población joven muy implicada tanto en el cuidado del barrio como en el progreso del mismo y que generan actividades que, de hacerse en cualquier otro sitio, serían noticia”.

La Asociación Ítaca trabaja de manera constante con los jóvenes del barrio para motivarles y hacerles ver que hay un mundo de oportunidades. “Buscamos ser la bisagra entre la gente de aquí y las instituciones”, dice Bleda. El coordinador de Ítaca añade que “la gente está cansada de no tener las mismas oportunidades simplemente por ser de El Puche”. Su idea del documental es “plasmar la realidad de las nuevas generaciones” e invitar a la reflexión de “¿Y si es verdad que ya ha llegado el momento de que las administraciones hagan algo porque estamos en un cambio real?”. Bajo el punto de vista de Bleda, el documental “busca despertar el pensamiento crítico de la sociedad almeriense, despertar una reflexión y autocrítica para poder comenzar a entender, no solo criticar por criticar”.

La Asociación Ítaca ha contado con la colaboración de la Diputación de Almería dentro de sus Subvenciones 2022 destinadas a entidades sin ánimo de lucro de la provincia de Almería, en materia de servicios sociales e innovación social'.

“Conoce, trata y observa, luego si quieres juzga”

La brecha social se hace palpable cuando reparten currículum y los llaman para una entrevista de trabajo: “Solo con decir que soy de aquí ya me dicen que no”, afirma Mari ángeles Fernández, de 21 años de edad. Ella confiesa que tuvo que dejar sus estudios de Integración Social por los sucesivos cortes de luz. En los albores de la pandemia, muchos centros educativos se digitalizaron aún más y los deberes y exámenes se hacían vía online. Lo que ocurre es que la barriada sufre de reiterados cortes de luz: “para muchos de los profesores eso era una excusa y no podía enviar mis trabajos”. Este asunto lo dejan bastante claro a lo largo del documental.

 

Y ya no es solo eso, “hay gente que no quiere juntarse contigo por el mero hecho de ser de aquí”. La joven relata cómo muchas veces los padres de sus amigas no las han dejado ir al barrio “porque es muy chungo”. Ella trata de luchar contra el estigma social que se le tiene al barrio: “A la gente que conozco de fuera del barrio, compañeros de trabajo o personas con las que simplemente coincides, siempre les invito a venir, tomar un café, tratar con gente”. Asegura que “las veces que he traído a gente de fuera siempre se han ido con otra perspectiva y luego han vuelto”. Su forma de combatir ese recelo al barrio “es simple y sencillo, no hay que cerrarle las puertas a algo que aún no conoces”. Ella zanja su reflexión con esta frase: “Conoce, trata y observa, luego si quieres juzga”.

Sin luz ni para conservar alimentos

Otra consecuencia de los cortes de luz que los vecinos sufren desde hace casi una década es la refrigeración de los alimentos. Por más veces que se hayan manifestado para pedir soluciones, nunca ha servido de nada. Con la comida “vivimos con lo que tenemos en el día porque se echa a perder conservarla en la nevera”, se queja Mari Ángeles. El documental también expone cómo viven diariamente con linternas y acuden a generadores y baterías para ver la televisión o, lo que es peor, conectar los respiradores de sus mayores.

Para nada este tema es nuevo y ni las administraciones responsables son ajenas a la situación denunciada. De hecho, han mantenido multitud de reuniones con este colectivo en busca de posibles soluciones a los cortes de luz. Sin embargo, según estos vecinos, la problemática de los cortes del suministro, que se asocia al elevado consumo de los cultivos ilegales de marihuana, persiste.

Es por eso que Loles Peña insiste en poner el foco en las personas y en la gravedad de la realidad que están viviendo. “Es impensable que nosotros, como vecinos, permitamos que personas se estén muriendo porque no tienen luz para que funcionen sus respiradores o sus medicinas estén refrigeradas”, expresa. Recalca que “eso, en cualquier otro barrio, supondría un enfrentamiento claro ante los responsables y un grito en el cielo por parte de instituciones y vecinos”. Ella se da por satisfecha “si conseguimos que con este documental esa conciencia de ”vecindad“ se despierte”.

Ha llegado el momento, entiende Óscar Bleda, de que “todos nos hagamos la pregunta ¿y si es verdad que el momento de cambio de la barriada ya está aquí? ¿Y si es verdad que el barrio y su población ya están preparados y faltamos nosotros?”.

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