Sucesos
Marchena refuerza su Servicio Psicológico con la ayuda de profesionales voluntarios tras el accidente de la Cabalgata

A la izquierda, el edificio de San Jerónimo, sede de Asuntos Sociales y zona anexa al lugar del siniestro

Sara Rojas

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Los instantes que siguieron al incidente de la Cabalgata de Reyes en Marchena fueron de “dolor”, “consternación” e “incredulidad”, como verbalizó el día después la alcaldesa de este municipio sevillano, María del Mar Romero Aguilar (PSOE), apelando a un sentimiento generalizado. Sin embargo, también en esos “primeros minutos” el engranaje municipal se puso a funcionar con la ayuda de diversos voluntarios. Y así, entre todos se pusieron a trabajar para coordinar esfuerzos y brindar herramientas a los vecinos con las que poder afrontar el impacto que había causado en todo el pueblo.

Lo recuerda la delegada municipal de Asuntos Sociales, Mercedes Abadía, quien destaca cómo a la jornada siguiente, en su primera comparecencia ante los medios, Romero Aguilar ya ofreció los servicios municipales del Ayuntamiento tanto a los familiares de la vecina fallecida y de los heridos, algunos de ellos de gravedad, como “a cualquier vecino presencial” que pudiera “requerir atención psicológica”. Con este anuncio, se ponía en marcha el Servicio Psicológico de Intervención y Emergencia de carácter municipal compuesto por un equipo de cuatro especialistas, después de que se haya reforzado a tal efecto gracias a la colaboración desinteresada de tres psicólogos, unidos por un denominador común: sus lazos con Marchena.

Por eso, la delegada de Asuntos Sociales considera que, a pesar del “horror”, este trágico suceso ha despertado la “solidaridad y humanidad” de los marcheneros. Se refiere, además de a los vecinos que prestaron su ayuda de forma inmediata en el lugar de los hechos, a los cuatro profesionales que conforman el actual Servicio Psicológico. Todos ellos (los tres que se han sumado de manera altruista y el psicólogo clínico del área municipal que coordina además el proyecto) contactaron por separado con diferentes responsables municipales tras conocer la noticia para ponerse a disposición del Consistorio, tal y como reconoce y valora la concejala desde el agradecimiento.

Colaboración desinteresada

Aquel día, los voluntarios vivieron el incidente “como cualquier otro marchenero”. Pero su mirada profesional advirtió que semejante suceso iba a “marcar un antes y un después” en la memoria colectiva del pueblo. Entonces, su “vocación por ayudar” los llevó a ofrecerse como colaboradores de manera completamente desinteresada, según explica a elDiario.es Andalucía Sara Osuna, una de las psicólogas voluntarias.

De acuerdo con esta profesional sanitaria, el acontecimiento en cuestión reúne todos los ingredientes para que brote un hecho traumático: la ilusión de los niños ante la ansiada llegada de los Reyes Magos se convierte de repente en “un día gris donde prima la tristeza”, comenta al respecto esta especialista y vecina de Marchena. En la misma línea que su colega, Santiago Poveda, otro de los psicólogos sanitarios que se han sumado al servicio municipal, admite que “un hecho de esta magnitud” (que se saldó con una persona fallecida y más de una decena de heridos) en un día tan señalado es natural que “afecte a los vecinos del pueblo”. De ahí que decidiera ofrecerse como voluntario para “ayudar en la medida de lo posible a las personas que lo pudieran necesitar”, consciente de que después de la tragedia habría que “afrontarlo y acostumbrarnos a esta nueva realidad”.

Ahora, además de desempeñar sus funciones en sus respectivos puestos de trabajo, los tres voluntarios dedicarán parte de su tiempo libre, además de “los huecos entre consulta y consulta”, para brindar asesoramiento a los marcheneros en estos momentos de “crisis”. “No todas las personas tienen las mismas capacidades de afrontar una situación así”, señala Santiago antes de añadir que pueden demandar ayuda profesional desde los familiares y afectados directos hasta los testigos presenciales.

Atención flexible e individualizada

En este sentido, Carlos Rosa, quien ya coordinó un servicio similar durante el confinamiento, apunta que la atención se lleva a cabo de manera individualizada. “Intentamos ser lo más flexible posible y adaptarnos a las necesidades de cada usuario”, que puede contactar con el teléfono de los servicios municipales “las 24 horas cualquier día de la semana”. Este psicólogo será el encargado de realizar una primera intervención para evaluar el caso. Y a partir de ahí, se encargará de derivarlo a uno de los tres profesionales para que puedan prestar asesoramiento en la modalidad que le resulte más cómoda al usuario, ya sea presencial en el edificio de San Jerónimo, sede del área de Asuntos Sociales, o bien por vía telemática. Los casos más graves, inciden desde Asuntos Sociales, se comunicarán a la Unidad de Salud Mental.

Si bien el coordinador estima que aún es pronto para hacer balance y recuento de usuarios, asegura que en los últimos días se han ido sumando más casos. Al hilo, explica que no han establecido un plazo límite para la atención de los ciudadanos, pues son conscientes de que la demanda puede aumentar con el tiempo. “A veces pasa que los síntomas no aparecen hasta muchos días después del hecho traumático”, informa en este sentido el psicólogo municipal, que indica como principales indicios del estrés traumático “trastornos digestivos, problemas de sueño o bloqueos en un plano emocional”.

A nivel general, los voluntarios con los que ha podido contactar este periódico proporcionan una serie de consejos con los que poder “aliviar” a los marcheneros hasta que se “normalice la situación en la manera de lo posible”. Como puntos prioritarios, Sara Osuna señala la expresión emocional (exteriorizar no solo lo que se vivió, sino las emociones que se generaron en torno a esa vivencia), así como el apoyo familiar y social. A todo ello, Santiago agrega también “el autocuidado” y “no dudar en solicitar ayuda psicológica” si se estima necesario.

Ambos celebran que se esté desarrollando un servicio de estas condiciones desde una institución gubernamental, pues entienden que es una forma de acompañar a los vecinos en este “trance” traumático. Se trata, en definitiva, de un primer nivel de ayuda psicológica desde donde brindar una atención profesional, individualizada y cercana. “Estamos recibiendo mensajes de gratitud por parte de las familias que están siendo atendidas y en ese sentido no puedo estar más agradecida”, manifiesta la responsable de Asuntos Sociales en Marchena. Para Mercedes Abadía, este ejemplo de “solidaridad y humanidad” demuestra que la localidad “está a la altura de los acontecimientos” y que “aunando fuerzas” se puede trasladar un mensaje de “esperanza y ánimo” a todos los marcheneros.

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