Arranca la campaña de la almendra en Aragón, mermada por las lluvias y atacada por los precios

Arranca la cosecha del almendro en Aragón con una previsión de recolecta que oscilará entre las 20.000 y las 22.000 toneladas, una cifra inferior a la que finalmente se recogía la campaña de 2024. Las organizaciones agrarias hacen un balance previo “incierto” en Aragón, ya que la comunidad ha sufrido una importante merma de almendra este año debido a las condiciones climáticas adversas. La Asociación Regional de Agricultores y Ganaderos de Aragón -ARAGA-, apunta a “las lluvias excesivas y las temperaturas han provocado importantes ataques de hongos, especialmente la monilia”, que ha afectado significativamente a la producción de almendras.

Según Víctor Corbacho, agricultor de Las Pedrosas, en la comarca de Cinco Villas, (Zaragoza), y socio de ARAGA “la cosecha ha sufrido una merma importante, sobre todo en el secano en nuestra zona”. Las variedades más tardías han sufrido mermas entre el 80-90% de la producción, llegando en algunos casos al 100%.

David, agricultor de Luna, coincide en que “la cosecha este año ha sido bastante mala. De hecho, estamos pensando si merece la pena recoger”. La falta de almendros para plantar y la poda han sido algunos de los desafíos que ha enfrentado este año, mientras que José Mairal, agricultor de Almonacid de la Cuba y de Quinto, lamenta las lluvias y otras complicaciones climáticas como el hielo y el granizo, que han afectado duramente a los almendros y, por lo tanto, a la producción que se va a ver significativamente mermada este año.

Bajos precios y grandes extensiones con las que competir

Aunque la producción existente en esta campaña es poca, los agricultores aragoneses aseguran que “es de buena calidad, con frutos de tamaño y peso significativo”. Sin embargo, una vez que el fruto está recogido del árbol, la almendra se enfrenta a otro problema no menos importante, como lo es el precio. “El precio del almendro en el mercado actual es muy bajo, escasamente da para cubrir costes”, denuncia Víctor Corbacho. Una realidad que coincide con la de David que, además, pone el foco en otra realidad, la llegada de grandes explotaciones al campo aragonés: “Además de que los precios son bajos, las grandes explotaciones nos dejan sin almendros para reponer, lo que supone un esfuerzo extra y conseguir árboles a un precio alto”, explica el agricultor.

La férrea competencia con las grandes extensiones de almendros “plantadas por fondos de inversión”, apuntan desde ARAGA, es uno de los grandes desafíos que enfrenta en la actualidad el sector del almendro en Aragón, y que dibuja un futuro incierto para las pequeñas explotaciones. Un porvenir que David afirma ver “complicado, sobre todo por cómo afectarán todas las hectáreas que están poniendo de almendros para compensar la huella energética de empresas que no se dedican a esto”. Por su parte, José Mairal, que lleva más de 25 años cosechando almendros, desde su experiencia asegura también que ve un “futuro incierto” para los pequeños productores.

Sin apoyo, aumenta el riesgo para las pequeñas explotaciones

“La falta de apoyo y recursos adecuados pueden poner en riesgo la viabilidad de las pequeñas explotaciones”, aseguran los agricultores afectados por la presencia de macroplantaciones de almendros en su entorno. Las organizaciones agrarias piden que se tomen medidas “concretas” para apoyar a los agricultores y garantizar la rentabilidad del sector, a través de la mejora de la calidad y la productividad, sobre todo en las explotaciones de modelo familiar. “La especialización del sector y la inversión en medios de tratamiento y programas de abonado son fundamentales para optimizar la producción”, señala ARAGA.

Mientras, los pequeños productores denuncian que el consejo que reciben es que deben “ser capaces de vender su producto destacando la calidad y la proximidad del producto final”, pero la realidad es que “la burocracia y los requisitos legales actuales dificultan la venta directa de la almendra al consumidor final”, lo que les devuelve al punto de partida.

La almendra en peligro por los aranceles de EEUU

Al igual que el aceite de oliva y el vino, la almendra es otro de los productos directamente afectados por el acuerdo alcanzado entre la Comisión Europea y los Estados Unidos para fijar un arancel generalizado del 15%. El objetivo final de Europa es “frenar las mayores pretensiones Donald Trump”, sin embargo, el campo clama después de esta decisión que la UAGA-COAG califica de “traición”.

La organización agraria dice que esta es una situación de “competencia desleal” que pone en riesgo la viabilidad del sector productor de frutos secos, sobre todo, el de la almendra, ya que, mientras la española tendrá que hacer frente a un arancel del 15%, “la UE continúa permitiendo que la almendra estadounidense entre con tarifas mínimas (entre el 2 % y el 5,8 %)”, denuncia UAGA.

Esta desigualdad se acentúa al mirar las condiciones de producción, California produce el 85% de la almendra a nivel mundial, con un modelo intensivo de regadío, amplio acceso a agua, suelos fértiles y uso extensivo de fitosanitarios, un escenario distinto al que tienen que hacer frente los productores aragoneses, y españoles, que se ven obligados a cumplir normativas medioambientales europeas que limitan el uso de agua y de productos fitosanitarios, lo que se traduce en un encareciendo de los costes de producción.

Una situación de “desventaja”, que sumada a “la desprotección, está consumiendo al sector y lo expone a una intensificación en la entrada de almendra californiana, derivada de un excedente de stock, como viene ocurriendo de forma periódica desde 2022, lo que puede derivar, a su vez, en un nuevo cataclismo de precios, con graves consecuencias para la rentabilidad de las explotaciones”, advierte UAGA-COAG.