La campaña más cara de la historia

Hace unos días era publicado por la Agencia Tributaria el Informe Anual de Recaudación Tributaria del año 2015. En él se muestra como la reforma fiscal ejecutada por el gobierno del PP, ¡oh!, casualidad, en año electoral, tuvo un coste para el Estado de 5.900 millones de euros.

A ello podemos añadir la devolución de la paga extra a los empleados públicos, suprimida tras la mayoría absoluta y recuperada en año electoral, otra casualidad, seguro. Coste que la Agencia Tributaria estima en 4.000 millones de euros.

En suma, el Partido Popular incrementó, tan solo en medidas electoralistas, en 2015, el gasto en 9.900 millones de euros. Que no seré yo quien critique un aumento del gasto público, tal vez sí las formas, el discurso mentiroso y, sobre todo, la clara intención de comprar votos. Populismo 2.0, populismo fiscal. La campaña electoral más cara de la historia, aunque, sí, gastaron menos en carteles y bolis que otros años.

Y esto es especialmente sangrante cuando la totalidad del desajuste presupuestario con la Unión Europea, 8.500 millones de euros, puede ser explicada por dicha actitud irresponsable. ¿Qué nos arriesgamos a una multa millonaria a cuenta de todos los españoles por comprar unos votos? ¿Qué más da? Somos el partido de la responsabilidad de Estado y el rigor presupuestario, si compramos votos es por el bien del país, por intentar asegurar un gobierno que de un buen uso al dinero de todos.

Resulta curioso que el azote de los populismos, el que no le da a la gente lo que quiere sino lo adecuado, desarrolle en año electoral una política fiscal consistente en darle al votante actual dinero de las arcas públicas a coste del votante futuro y más cuando considera esta una política económica desastrosa y, más allá de toda consideración, expone a todos a una sanción inasumible por parte de Bruselas. Sanción que, por otra parte, definen ellos mismos como innegociable.

Regalar los oídos es de novatos, los que saben regalen los bolsillos

¿Qué es el populismo?, dices mientras clavas

en mi pupila tu pupila azul.

¿Qué es el populismo? ¿Y tú me lo preguntas?

Populismo…eres tú.

(Béquer me perdone)