La alcaldesa del municipio asturiano de Ponga denuncia ante la Guardia Civil amenazas de muerte por su defensa a los ganaderos

Bárbara A. Peri

5 de mayo de 2023 15:06 h

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Una semana después de que aparecieran en la escalera de acceso al ayuntamiento de Ponga dos cabezas de lobo cortadas, la alcaldesa, Marta Alonso, del PSOE, ha denunciado ante la Guardia Civil de Cangas de Onís las amenazas de muerte que durante toda la semana se han estado recibiendo en el consistorio pongueto.

La alcaldesa fue una de las personas que el viernes pasado se encontró con la macabra escena al llegar a la sede del consistorio. No dudó en condenar esta acción pero tampoco en defender al sector ganadero. “Esto no tiene nada que ver con los ganaderos de Ponga, ni representa a este concejo”, afirmó con contundencia.

Marta Alonso recordó también que Ponga, que es Parque Natural Protegido desde el año 2003, ha sido el único municipio de España que ha interpuesto un recurso contencioso administrativo y una denuncia ante la Audiencia Nacional contra la decisión del Ministerio de Transición Ecológica de incluir al lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE).

Unas declaraciones que este martes pasado no dudó en repetir en un programa de televisión de difusión nacional. Fue entonces cuando empezaron las amenazas. Simultáneamente a la intervención de la alcaldesa se produjo una llamada a la centralita del ayuntamiento en la que una mujer, mediante gritos, amenazó diciendo: “No te preocupes, que iremos un grupo de personas y habrá asesinatos, y no de lobos”.

La alcaldesa cree que la identificación de esta persona será sencilla porque en su “inteligencia absoluta”, subraya Alonso, no ocultó el número desde el que llamaba. El resto de amenazas llegan a través del buzón del ciudadano habilitado por el ayuntamiento o directamente al messenger personal de la regidora. “He llegado a tener 120 mensajes en un solo día y siguen”, ha relatado Marta Alonso a elDiario.es.

Los insultos son variados según cuenta Alonso, “sinvergüenzas”, “paletos”, “ojalá desparezcáis del mapa”, “Ponga debería quedar sin habitantes para que el lobo viva tranquilo”, y así, insistentemente. La alcaldesa tiene claro de dónde vienen todas estas amenazas, “son gente cercana al pensamiento ecologista”, porque muchos no ocultan ni sus perfiles, según cuenta.

A Marta Alonso no le gusta esta polarización entre mundo ganadero y mundo ecologista. Ella cree que cada uno puede tener su posición y defenderla con libertad. Igual que condenó hace una semana con rotundidad la aparición de las cabezas de lobo denuncia las amenazas de muerte y el intento de colapso de su ayuntamiento.

Lo cierto es que la tensión en Ponga se ha acrecentado en la última semana. Ante la denuncia de los ecologistas que afirman que la administración asturiana promueve la caza del lobo, Marta Alonso ha precisado que “no es lo mismo cazar que llevar un control de la especie”.