La lluvia y el cambio del viento permite controlar los incendios que han arrasado más de 10.000 hectáreas en Asturias

Bárbara A. Peri

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La situación comienza a estabilizarse y los incendios están todos controlados. Aún se mantienen 22 focos abiertos y solo se está trabajando en los de Piñera de Arriba, en Lena; en Naraval, Rañadoiro y Casa Ríos, en Tineo; y en Bustefollado, en Villayón. La previsión meteorológica invita al optimismo. La lluvia ha comenzado a caer levemente, el viento ha cambiado de dirección y las temperaturas han bajado. El balance, a la espera de datos definitivos, habla de más de 10.000 hectáreas quemadas en la zona occidental.

Ante un paisaje desolador los vecinos han regresado a sus casas y los efectivos de refuerzo empiezan a abandonar el terreno. Según ha anunciado el gerente del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), la UME ha comenzado a retirarse y las BRIF de Galicia también.

Sin embargo aún queda un duro trabajo por delante de evaluación de daños. En una primera aproximación lo que sí se sabe es que han ardido numerosas cuadras, hórreos y paneras, pero parece ser que las casas se han salvado y las viviendas arrasadas no eran viviendas habituales.

En la rueda de prensa que este mediodía ha ofrecido el presidente del gobierno asturiano, rodeado de representantes de todos los cuerpos que han participado en las tareas defensivas contra el fuego, se ha hablado de “una de las situaciones de emergencia más graves que nos ha tocado vivir en los últimos años”. Adrián Barbón ha vuelto a ser categórico, “Asturias no arde, a Asturias la queman”.

En la jornada de ayer se llegaron a registrar más de 130 incendios simultáneos, lo que obligó a la coordinación de un amplio dispositivo en el que los vecinos de las zonas afectadas estuvieron también volcados. La estrategia se ha centrado en “vida, casas y pueblos” y si algo han destacado esta mañana es que no hay que lamentar la pérdida de ninguna persona.

Todas las zonas afectadas han sufrido una jornada dantesca este viernes pero especialmente los vecinos del municipio de Valdés. El jefe del ejecutivo relataba como todos “se echaban a llorar” ante un avance de las llamas que no podían ser controladas y ha vuelto a incidir en la naturaleza de los fuegos, “provocados por terroristas”. “Yo quiero ver gente en la cárcel por el daño que han hecho a Asturias y por haber puesto en riesgo la vida de cientos de personas”, ha sentenciado.

Investigación y balance

El gobierno asturiano ha pedido la declaración de zona catastrófica y todos los municipios han comenzado ya una evaluación de los daños. No se espera tener cifras definitivas hasta dentro de al menos dos semanas.

En el consejo del gobierno regional, celebrado este viernes, ya se han activado ayudas regionales para los afectados y el consejero de Medio Rural, Alejandro Calvo, ha anunciado esta mañana que se reforzarán, para las tareas de prevención y defensa, todos los efectivos de la guardería rural “de manera indefinida”.

“Hemos vivido una situación nueva y excepcional que nos obliga a reforzar las tareas de protección de los pueblos”, ha afirmado. Ante las quejas de algunos vecinos que hablan de montes no cuidados y llenos de maleza, Calvo ha dicho que “que haya combustible en el monte no es excusa para lo que ha pasado”, y ha incidido en que “el cien por cien de los fuegos han sido provocados”.

El gobierno regional ya ha puesto en manos de la Fiscalía toda su estrategia de prevención y extinción, así como los trabajos realizados. Calvo ha recordado que esta estrategia es “hasta 2025 y está coordinada con el Ministerio” y ha añadido que “el debate de la gestión forestal no se puede hacer en momentos como este” y cree que debe ser “reposado y con un trabajo intenso con profesionales del sector”.