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“Hacer sindicalismo no es delito”, la consigna a las puertas del TS durante la revisión de la condena a 'Las 6 de La Suiza'

Militantes y representantes sindicales acudieron este martes a la concentración en Madrid en apoyo a 'Las Seis de La Suiza'

Pilar Campo

Oviedo —

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“Hacer sindicalismo no es delito”, era el eslogan más repetido por los manifestantes que este martes se han concentrado durante una hora y media frente a las puertas del Tribunal Supremo (TS), en Madrid, para mostrar su apoyo a las seis sindicalistas de CNT que fueron condenadas en el denominado caso de 'La Suiza' y reclamar el sobreseimiento de la causa y, por tanto, su libre absolución.

El TS era hoy el punto de encuentro. En el interior, los magistrados de la Sala Segunda de lo Penal se reunían, bajo la presidencia de Manuel Marchena, para debatir el recurso de casación interpuesto por la defensa de seis sindicalistas de CNT contra la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) que les condenó a tres años y medio de cárcel por los delitos de obstrucción a la justicia y coacciones graves. En el exterior, frente al edificio del alto tribunal estaban las muestras de solidaridad de compañeros, sindicatos e integrantes de colectivos feministas.

La denuncia de una trabajadora embarazada

Las personas condenadas llevan siete años peleando en los tribunales. El caso de 'Las seis de La Suiza' se remonta al año 2017, cuando una trabajadora de la pastelería gijonesa acudió a las oficinas del sindicato CNT y pidió su asesoramiento tras denunciar sus malas condiciones laborales aduciendo que en su trabajo le encargaban tareas que ponían en riesgo su embarazo y relató ser víctima también de un presunto caso de acoso sexual.

El equipo de acción sindical se puso en contacto con la empresa para pactar la salida de la trabajadora pero el empresario se negó a mantener cualquier tipo de reunión, por lo que el sindicato convocó varias concentraciones ante sus instalaciones en las que participaron las personas condenadas para mostrar su repulsa por la actitud del propietario hacia la empleada.

El apoyo de sindicatos y partidos de izquierdas

El magistrado-juez del Juzgado de lo Penal 1 de Gijón, Lino Rubio Mayo, condenó en 2021 a tres años y medio de prisión a ocho sindicalistas de CNT por un delito de coacciones, al considerar que la presión de las movilizaciones había superado el ámbito de la libertad de expresión y la libertad sindical y les impuso el pago de una indemnización de 150.000 euros.

Un año después, la Audiencia Provincial confirmó la sentencia condenatoria para seis de ellos y absolvió a los otros dos en una sentencia que fue ratificada posteriormente por el TSJA.

Finalmente, en abril de este año el Tribunal Supremo admitió a trámite el recurso de casación interpuesto por la defensa en una vista señalada para este martes.

La manifestación de Gijón/Xixón

En los siete años que han transcurrido desde que comenzó el procedimiento, no han estado solos.

Tanto la empleada denunciante, como sus compañeras del sindicato han recibido el apoyo de organizaciones sindicales como CCOO, UGT, CSI, CGT, SUATEA, Intersindical Asturiana y LCT, así como de Podemos, IU, Sumar, Verdes-Equo, Andecha Astur, Aína, PCTE y Anticapitalistas, entre otros partidos de izquierdas.

Una solidaridad que se volvió a escenificar el pasado sábado en la manifestación convocada por la CNT a nivel confederal que partió desde la Casa Sindical hasta el Ayuntamiento de Gijón. Durante la marcha se repitieron eslóganes como “Las seis de Gijón no entran en prisión”, “Las seis de Gijón, absolución” y “Hacer sindicalismo no es delito”.

Estas mismas consignas han sido coreadas hoy frente al edificio del TS. Ana Sigüenza, ex secretaria general de CNT, es la portavoz. Confía en que el alto tribunal emita una sentencia absolutoria hacia sus compañeras con el sobreseimiento de la causa.

Ana Sigüenza: “No hay base jurídica”

“Creemos que solo cabe la absolución absoluta porque aqui no hay base jurídica. Esperamos que se haga justicia entre comillas porque el hecho de que unas personas lleven siete años en un proceso como éste es muy duro para ese itinerario”, señala.

Las seis personas condenadas están “fuertes, después de pasar momentos de altibajos. El miedo y la incertidumbre se quitan con el apoyo de la gente y ellas han tenido un apoyo total el sábado pasado en Gijón”, corrobora.

Un apoyo que, en su opinión, fue absoluto por parte de la sociedad gijonesa, del mundo sindical y del movimiento feminista: “Han sido una piña con este caso donde unas mujeres han sido condenadas por apoyar y acompañar a otra mujer que estaba sufriendo acoso laboral y de otro tipo y eso les da mucha fuerza a ellas”.

Independientemente del fallo que pueda emitir el alto tribunal, Ana Sigüenza pone el acento en la “condena en sí” que han supuesto estos siete años desde el inicio del procedimiento para las ahora condenadas.

“Estamos a la expectativa de la sentencia del Tribunal Supremo. Esperemos que aquí termine todo, porque entonces sí se haría justicia”, corrobora.

La portavoz de CNT confía en que el magistrado Manuel Marchena que, entre otros casos, llevó el del 'Procés', y el resto de los miembros de la Sala dicten una sentencia casando la del TSJA.

“Son jueces con bastante personalidad, que dictan fallos muy variados y confiamos plenamente en que en este caso se va a tomar una resolución independiente que no es otra que la absolución. Si analizan con detenimiento todo lo que han tenido encima de la mesa -subraya- no pueden llegar a otra conclusión que la que nosotros decimos, que aquí no ha habido caso”.

El doble mensaje

Además, según la portavoz, ha llegado al TS precedida de una condena que en medios sindicales se interpreta como un ataque a la práctica del sindicalismo.

“Esto viene ya de mucho atrás, no es de la instancia en la que está ahora. Era tratar de mandar un mensaje doble: por un lado, era meter miedo transmitiendo a las personas que tienen un problema laboral que no deben acudir a un sindicato a consultar, cuando es adonde tienen que ir, y por otro lado es tratar de amedrentar a las compañeras sindicalistas que, de manera altruista, están en el sindicato para informar, acompañar o dar apoyo jurídico e incluso emocional mostrando su empatía, humanidad y solidaridad diciendo que con esa actitud también pueden sufrir consecuencias”, expone.

No obstante, reconoce que ese doble mensaje no llegó a calar cuando se ha continuado con las manifestaciones de apoyo, al concitar el acuerdo unánime de sindicatos variopintos y que tienen modelos diferentes en torno a una misma causa.

“La unidad sindical en Gijón con este tema ha sido absoluta, del cien por cien”, resalta Ana Sigüenza que destaca especialmente su compromiso y solidaridad hacia 'Las Seis de La Suiza'.

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