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Se iban a morir igual
Yo nunca había visto a nadie en el Congreso llamar “psicópata”, “inútil”, “miserable” y “homicida” a un político, a la cara, en sede parlamentaria. Lo ha hecho Gabriel Rufián con Carlos Mazón, en la comisión sobre la dana. Imagínate lo hundida que está la imagen del president valenciano que ayer ningún periódico nacional, ni los más conservadores, ni siquiera los que más odian a Rufián, salió a defenderle de los ataques ni a criticar a toda página al portavoz de ERC. Prefirieron mirar hacia otro lado.
Carlos Mazón está solo, y ha cavado otro poco más en su agujero político al presentarse en el Congreso como si hubiera sido casi un mero consultor de su gobierno en aquella tarde fatídica de la dana. Como la justicia puede señalarle por su omisión del deber, dice que él estuvo siempre contestando y pendiente del móvil en El Ventorro; como la justicia puede señalarle por no tomar las decisiones adecuadas, dice que en realidad él no era responsable de nada, que se dejó el móvil en la mochila y que le faltaba información. El president consultor.
La cima de ese equilibrio imposible es cuando dice: “Nada habría cambiado si yo hubiera llegado antes al Cecopi”. Es duro escuchar algo así cuando hay 229 muertes como consecuencia de la inacción de la Generalitat aquel día. Y me ha recordado a otro momento muy duro, cuando Isabel Díaz Ayuso dijo también en su parlamento autonómico que llevar a los ancianos de las residencias al hospital no habría servido de nada porque “cuando una persona estaba gravemente enferma con el covid, no se salvaba en ningún sitio”. De ahí sale la frase, que literalmente no llegó a decir nunca, de que dejaron a los ancianos en las residencias porque ‘se iban a morir igual’.
Hoy en el podcast, además de repasar la bronca de Mazón en el Congreso, hablamos de esa derrota absoluta de la política: afirmar que el presidente o presidenta de una comunidad no puede hacer nada para gestionar algo mejor una tragedia, para evitar alguna muerte o al menos evitar el sufrimiento cruel de ahogados por el virus o el agua, es de una falta de empatía alarmante. Y parece que es contagiosa.
Caso Leire
Una ‘Pequeña Nicolás’ o la cloaca de Cerdán. Esa es la duda que seguimos teniendo después de que haya pasado por el juzgado Leire Díez, la exmilitante del PSOE que se presentaba como “mano derecha” del secretario de organización del PSOE para sonsacar información comprometida sobre investigaciones judiciales a empresarios o políticos. Ella dice ahora que ha estado con Cerdán dos veces, pero como “periodista”; el juez le ha puesto las grabaciones en las que dice operar como “mano derecha” de Santos Cerdán y ella pide que se declaren nulas porque están “manipuladas”.
Que no se te pase
- Quién nos ha visto y quién nos ve. España tendrá menos déficit que Alemania y Francia por primera vez en los últimos 20 años. Atrás quedan los problemas de deuda y déficit que arrastramos durante la crisis financiera. Ahora toca preguntarse si estamos haciendo lo suficiente, por ejemplo en vivienda, para aprovechar el margen que otros sí se permiten. El Gobierno anuncia más ahorro en la administración central para darle holgura a las comunidades autónomas.
- Aval de la ONU a Trump. El Consejo de Seguridad de la ONU ha dado esta madrugada su respaldo al plan de Trump para Gaza. Esto incluye una fuerza internacional y una autoridad controlada desde Washington. Aquí los detalles.
- Lo poco que tenían. El Gobierno laborista (o sea, supuestamente progresista) de Reino Unido ha anunciado que requisará las joyas y otros objetos de valor a los inmigrantes que soliciten asilo para sufragar el albergue de acogida. Te sonará a barbaridad, pero no a sorpresa: de las nuevas ocurrencias xenófobas de la izquierda hablamos en este podcast.
- Acoso antiabortista. Estos días se celebra en Vitoria un juicio pionero en Europa contra un grupo de ultracatólicos que hostigaron a mujeres a la puerta de una clínica donde se realizan abortos. Ese tipo de acosos son habituales en toda España pero es la primera vez que un juzgado abre causa por “coacciones”. Detalles.
Todo es política
- La arquitectura es política. La propuesta que ha ganado el concurso para modificar el monumento dictatorial del Valle de los Caídos eliminará la escalinata y creará un gran soportal atravesado por un patio de 40 metros de diámetro que dará acceso a la basílica y al centro museístico. Pero no convence a historiadores y especialistas en patrimonio, que ven una decisión “muy espectacular desde el punto de vista arquitectónico” pero con poca fuerza pedagógica. Un detalle: el concurso de ideas lo ha gestionado el Ministerio de Vivienda, que es el que tiene dinero para constructoras, y no el de Memoria Democrática.
- El uso de un estadio de fútbol es política. En una misma semana, dos eventos muy diferentes: el Real Madrid ha acogido en su estadio, el Santiago Bernabéu, un partido de la liga de fútbol americano; no se llenó la grada, pero para celebrarlo, sí estaban Ayuso, Almeida, Florentino, militares y unas banderas de España tamaño XL. Dos días antes, el estadio del Athletic Club de Bilbao acogía un partido amistoso entre la selección vasca de fútbol y la selección de Palestina, un homenaje por el genocidio en Gaza con 51.000 personas en la grada.
- Una charla sobre sexualidad es política. La educación sexual no tiene que empezar en la adolescencia y “el modelo tradicional de la ‘charla específica’, ese momento solemne de ‘tenemos que hablar’, está obsoleto y ha demostrado ser poco eficiente”, dicen las expertas de este artículo, que proponen una rutina: cada semana, aprovechar una noticia, una película o la letra de una canción, para hablar de sexualidad con tus hijos.
Hasta aquí llegamos por hoy.
Un abrazo,
Juanlu