La Guardia Urbana de Badalona echa a los migrantes de la plaza donde habían acampado tras ser desalojados
Los migrantes que llevaban dos noches acampados en la plaza de Badalona (Barcelona) frente al instituto del que fueron desalojados el miércoles han levantado las tiendas de campaña tras ser amenazados por la Guardia Urbana de que les echarían, de nuevo, por la fuerza.
La mediación de voluntarios y militantes del Sindicat d'Habitatge de Badalona ha evitado el segundo desalojo con antidisturbios en 48 horas, pero los migrantes seguirán en la calle porque el consistorio se ha negado a ayudarles.
De los 400 que llegó a tener el B9, ya solo quedaban algo más de un centenar el miércoles cuando se consumó el desalojo. La mayoría se había ido marchando en los días previos. Muchos no querían que llegara la Policía, que arrestó a 15 personas por no tener los papeles en regla y les ha abierto un procedimiento de expulsión de España. Casi un centenar de desalojados llevaba dos noches durmiendo al raso o en tiendas de campaña donadas en una plaza frente al B9 donde permanecieron tras ser expulsados del inmueble donde malvivían.
A las 7.00h. de este viernes, 15 dotaciones de la Guardia Urbana de Badalona, incluidos los antidisturbios, se han desplegado en la plaza y han amenazado a los migrantes con un nuevo desalojo por la fuerza si no se iban antes de las 10.00h. La mediación del Sindicat d’Habitatge de Badalona y de Badalona Acull ha dado más tiempo a los migrantes para poder recoger sus enseres. Algunos han ido a plazas y calles cercanas.
Tanto los propios migrantes como los abogados y colectivos que les apoyan ya habían advertido de que el desalojo por la fuerza, consumado el miércoles, sin dar ninguna alternativa ni apoyo social a los migrantes (en contra de lo ordenado por la jueza) solo agudizaría el problema y lo trasladaría a otras zonas de Badalona.
Además de los acampados en la plaza, un grupo de unos 15 migrantes fue realojado en pensiones por Càritas, mientras que antes del desalojo el Ayuntamiento de Badalona aseguró que había proporcionado un techo de emergencia a otros 16 ocupants del B9. Pero otros grupos de migrantes se han tenido que buscar la vida ante el desamparo institucional y han buscado en las últimas ocupar otras naves industriales vacías o dormir directamente en la calle de Badalona y otros municipios metropolitanos.
La consellera de Derechos Sociales e Inclusión, Mònica Martínez Bravo, envió este jueves una carta a Albiol para reclamarle abrir de forma inmediata el equipamiento municipal para acoger a las personas sin hogar que el consistorio cerró el año pasado. El alcalde no ha respondido a la conselleria, si bien ha manifestado en todas sus intervenciones públicas que lo que quiere es echar de Badalona a todos los migrantes que vivían en el B9.
La ONU condena el desalojo
Los relatores de la ONU para el derecho a la vivienda y en defensa de los migrantes han condenado el desalojo del antiguo instituto B9 de Badalona, que consideran “una grave violación” de las libertades fundamentales, al tiempo de que han censurado el “discurso estigmatizador inaceptable” por parte de las autoridades públicas contra los migrantes.
“Desalojar a una persona en pleno invierno y dejarla sin hogar constituye una grave violación del derecho a una vivienda adecuada” y también puede constituir un “trato cruel, inhumano o degradante”, han señalado en un comunicado el relator para la vivienda, Balakrishnan Rajagopal, y su homólogo para los migrantes, Gehad Madi.
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