Agarra un café y vamos al lío. Buenos días.
Ya está. La crisis del espionaje ha hecho finalmente rodar una cabeza en la jerarquía de los servicios de inteligencia: nada menos que la directora del CNI ha sido destituida. Paz Esteban cae para que no tenga que caer nadie más. Paz Esteban cae para aliviar la presión del independentismo y con la sospecha de hackeos descontrolados de decenas de políticos. Y Paz Esteban cae porque el Gobierno confirma que al menos dos ministros y el presidente fueron infectados con Pegasus hace un año, que con el ministro de Agricultura también lo intentaron, y que hasta ahora nadie se había dado cuenta. A Marlaska le robaron casi 7 GB de información. La verdad es que la destitución no ha venido acompañada de nuevas explicaciones y seguimos teniendo un montón de dudas sobre lo que realmente ha pasado.
Tanto ERC como Unidas Podemos siguen señalando a Margarita Robles, pero la presión parece ya más táctica que otra cosa y la caída de la directora del CNI puede aplacar las críticas. Bueno, esas críticas, porque desde la derecha van a tener munición para meses.
A la directora saliente la sustituye la secretaria de Estado de Defensa y ex secretaria general del CNI, también una mujer, Esperanza Casteleiro. Robles ya la quiso nombrar en 2018.
Yolanda Díaz acudió la semana pasada a la Feria de Sevilla para hacerse esta foto que amadrinaba a la confluencia andaluza.
La confluencia ha terminado en rebujito, con Podemos, IU y Más País cruzándose dardos, culpas y exigencias. La imagen idílica de las izquierdas entendiéndose se ha convertido en una resaca que deja dolor de cabeza y amargura en la boca de todos los implicados. Conscientes de que el grado de popularidad de Yolanda Díaz es su mayor valor político ahora mismo, tanto IU, como Podemos como Más País han querido rebajar el tono del día anterior y desvincular a la vicepresidenta de los problemas de la negociación, borrarla un poco de la foto, porque a la larga será mejor para ellos. Aquí te lo cuenta Iñigo Aduriz.
Hoy se presenta la candidatura conjunta, con todos a la mesa, mirándose cara a cara.
Cientos de clubes de cannabis, locales donde se puede fumar y comprar marihuana, han abierto en España en la última década. Al principio se veían como un símbolo de modernidad, quizá como un primer paso hacia la regulación, pero flotaban en la ambigüedad legal y ahora están entrando en crisis.
Hoy en el podcast, te contamos cómo son y qué pasa con ellos.
Pues nada, hasta aquí hemos llegado. Mañana nos leemos de nuevo.
Un abrazo.
Juanlu.
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