Miguel Concepción, un presidente para la historia

Miguel Concepción celebrará este próximo lunes el centenario fundacional del CD Tenerife como el presidente con más tiempo de permanencia en el cargo. Cumplidos 6.014 días en el puesto, al que accedió el 15 de febrero de 2006, Concepción espera ahora que las obras de la Ciudad Deportiva Javier Pérez sean culminadas antes de que finalice el año y en lo que el primer equipo blanquiazul intenta repetir el éxito que le dejó en junio pasado a las puertas del ascenso a LaLiga Santander.

Llegado a la presidencia del representativo “por sentido de la responsabilidad”, como ha recordado más de una vez, su mandato comenzó en un momento de máxima dificultad. Una deuda que superaba los 54 millones de euros y una posición delicada del primer equipo no invitaban al optimismo, pero obraron como estímulos para el industrial y empresario nacido en La Palma en 1953 y aficionado desde niño al fútbol.

 Con el apoyo decidido de la empresa Tenerife Inversiones y Proyectos Deportivos S.A., en la que participaban otros accionistas de referencia del CD Tenerife que apoyaron su elección como regidor de la entidad, Concepción consiguió cambiar el rumbo de la sociedad y cerró su tercera temporada completa (2008-2009) con el cuarto ascenso a la máxima categoría luego de los éxitos de 1961, 1989 y 2001.

La estancia en Primera División se limitó a un curso, condicionado por motivos extradeportivos. “Tuvimos que dedicar una parte muy importante del presupuesto a reducir la deuda y cumplir nuestras obligaciones con Hacienda y con la Seguridad Social. Y aunque algo de dinero había, los responsables no entendieron imprescindible fichar”, recuerda el mandatario.

 Al descenso a LaLiga SmartBank le sucedió, sin freno, la caída en la Segunda División B (actual Primera RFEF), de la que el Tenerife salió en junio de 2013 con el ascenso conseguido en Hospitalet. Las nueve campañas seguidas que el equipo blanquiazul acumula desde entonces en la Segunda División –en la que participó en 45 de sus setenta años en categorías nacionales– han conocido permanencias sufridas y dos presencias en la final por el ascenso (16-17 y 21-22) que han revitalizado el espíritu birria.

 No en vano, la extensión del contrato del director deportivo, Juan Carlos Cordero, la apuesta por el trabajo de Luis Miguel Ramis como entrenador y la consolidación del bloque de futbolistas que llevaron al CD Tenerife a la quinta plaza y al ‘play-off’ por el ascenso en la temporada pasada fundamentan la confianza de Concepción con la mira puesta en junio de 2023. “Si logra el ascenso, el actual Tenerife está mucho más preparado para permanecer en Primera División”, apunta.

 En la otra ‘liga’ que ha disputado el CD Tenerife de la mano de Miguel Concepción, apostó por “una gestión empresarial y un estricto control del gasto”. Y así, desde 2006, la entidad redujo su deuda desde los 54 millones de euros hasta los 10,9 con los que cerró el ejercicio 20-21, cuando pese a la incidencia por la COVID-19 consiguió cerrar el ejercicio con 0,5 millones de beneficio gracias a los traspasos de Malbasic y Milla. Del pasivo que arrastra el club, el correspondiente al corto plazo no llega a los 5,3 millones.

La Fundación, una puerta al futuro

Como institución con una dimensión que trasciende de lo que es el deporte, el CD Tenerife cuenta desde junio de 2018 con una fundación con la que canaliza su proyección social. Apuesta decidida de Concepción Cáceres, trabaja en cuatro áreas –deportiva, formativa, sociocultural y divulgativa– que han multiplicado acciones y beneficiarios con decenas de proyectos, entre los que han tenido una importancia enorme los relacionados con el centenario que cumplirá el club el próximo lunes 8.

 Y no menos importante han sido el impulso al deporte para discapacitados a través del equipo EDI, el PC y el TIFLO y la creación, en 2018, del área de fútbol femenino que hará frente a su cuarta temporada de vida con el primer equipo ascendido al tercer escalón nacional y otras cuatro formaciones que elevan a más de un centenar el número de niñas y mujeres que encuentran la oportunidad de jugar al fútbol en la casa blanquiazul.