El reto de Setién antes de despedirse de Las Palmas

El entrenador de la UD Las Palmas, Quique Setién en el Estadio de Gran Canaria.

Canarias Ahora Deportes

Las Palmas de Gran Canaria —

En la temporada 2015/16 la UD Las Palmas sumaba 43 puntos y ocupaba la décima posición a falta de dos partidos para finalizar la temporada. Los amarillos acabarían undécimos con un punto más gracias a un empate ante el Athletic de Bilbao en la penúltima jornada.

En esta campaña, en la posición 14 tras caer derrotado frente al Sporting de Gijón, los de Setién acumulan 39 puntos antes de recibir al FC Barcelona. De ganar a los blaugranas y al Deportivo de La Coruña en la última jornada, los isleños podrían superar los números de la pasada campaña. No así el puesto logrado, ya que, como mucho, podrían quedar undécimos.

De conseguirlo, el preparador cántabro podría dejar una sensación más acorde a lo que ha supuesto su paso por el banquillo amarillo y, quizá, mitigar el ambiente de pesimismo que se ha instalado tras los malos resultados cosechados en la segunda vuelta y, sobre todo, en la recta final (desde la jornada 20 ha obtenido 4 victorias, 2 empates y 11 derrotas).

La trayectoria de la UD Las Palmas con Setién

Tras la derrota por 4 a 0 ante el Getafe (jornada 8) que supuso la destitución de Paco Herrera, la “idea innegociable” de Setién consiguió darle la vuelta a la situación desde febrero de 2016. Hasta ese momento los isleños luchaban para alejarse del pozo, algo que consiguieron de forma definitiva a partir de la jornada 26 en Ipurúa.

Seis victorias en siete partidos (del 26 de febrero al 11 de abril, con cuatro triunfos como visitante) después de la derrota contra el FC Barcelona, fue el punto de inflexión que llegó a aupar a los amarillos hasta la novena posición (mejor puesto logrado en toda la temporada), cuando certificó la permanencia frente al Español (4-1) en la jornada 35.

Pero si la segunda vuelta de la temporada pasada fue buena, en las 18 primeras jornadas de la temporada 2016/17 no bajaron de la primera mitad de la tabla, el comienzo de la siguiente fue excelente. En uno de los mejores arranques de su historia, la UD Las Palmas hacía soñar y elevaba las expectativas de su afición con un juego que tuvo su eco en los medios de comunicación, que alababan a los de Setién como equipo revelación.

A pesar de solo ganar al Valencia fuera de casa en la primera jornada, cuando consiguió la mayor racha de partidos seguidos ganando (dos), los buenos datos en el Estadio de Gran Canaria -donde mantuvo su feudo invicto desde el 8 de marzo de 2016 (Real Madrid 1-2) hasta el 12 de febrero de 2017 (Sevilla 0-1)- ayudaban a aliviar los números como visitante (hasta la fecha, solo seis puntos de los 54 posibles, tras un triunfo, tres empates y 14 derrotas).

Pero cuando los resultados no acompañaron (cuatro derrotas seguidas desde el seis al 22 de febrero) y las sensaciones tampoco (la UD no ha vuelto a desarrollar su buen juego asociativo desde el Bernabéu), algo reconocido por el propio Setién incluso cuando gana, las alabanzas se han tornado en críticas, agravadas por el anuncio hecho por el preparador cántabro en marzo de dejar la entidad a final de temporada tras una negociación pública que desgastó a todas las partes.

Las explicaciones de Setién

El técnico ha confesado que la negociación de su renovación y su posterior renuncia a continuar ha afectado al rendimiento de un equipo que, a pesar de haber logrado la salvación con holgura, ha jugado sus peores partidos en el último tramo, especialmente fuera del Estadio de Gran Canaria.

El desgaste por su renovación comenzó de manera pública en enero, momento en el que el técnico dijo en la emisora oficial que no era feliz, y se alargó hasta el anuncio de su marcha en marzo, con declaraciones del presidente de la entidad, Miguel Ángel Ramírez, incluidas, donde aireaba las peticiones del técnico, como “un caché importantísimo para nosotros”

Todo ello provocó que, fuera de las ruedas de prensa, expresara sus opiniones a través de su cuenta de twitter:

Incluso llegó a pronunciarse sobre las supuestas peticiones del técnico para renovar:

Sobre los pésimos números como visitante, el entrenador ha reconocido en varias ocasiones que, aunque es algo tradicional en el equipo isleño, no encuentra explicación al mal juego y los sonrojantes resultados que obtienen los amarillos cuando juegan a domicilio.

En ocasiones, el preparador cántabro ha asumido toda la responsabilidad de la situación, como ocurrió tras perder 5 a 1 frente al Athletic en San Mamés. En otras se ha mostrado igual de desconcertado que los aficionados, poniendo el foco en el estado anímico de los jugadores.

“Es increíble ver a este equipo ahora y verlo hace dos meses, o al comienzo de temporada, es evidente que hay un cambio enorme que requiere una reflexión seria y profunda, no sé si es culpa mía o de las circunstancias, es difícil encontrar algo concreto para entender lo que nos está pasando”, explicó el técnico después de perder 0 a 5 frente al Atlético de Madrid.

Confianza y motivación

Y es que seguir manteniendo la motivación cuando se han hecho los deberes es algo que también vivió Las Palmas la temporada pasada. Cuando lograron la permanencia en la jornada 35, los amarillos perdieron dos encuentros y empataron uno, despidiendo la temporada encajando un 4 a 1 del Málaga en La Rosaleda

Este curso, aunque se preveía desde mucho antes, la salvación fue matemática en la jornada 33, tras empatar 1-1 contra el Alavés. Después, una derrota por 3 a 0 ante el Leganés, otra por 0 a 5 contra el Atlético de Madrid y el 1 a 0 contra el Sporting de Gijón.

La gran diferencia entre una y otra temporada es la distancia que ha existido con el descenso. Cuando Las Palmas aseguró su presencia en Primera la temporada pasada (43 puntos), el Rayo Vallecano, antepenúltimo, se encontraba a nueve de distancia. Mientras que este año, el Sporting de Gijón marcó la línea de salvación con 23 puntos cuando Las Palmas aseguró de forma matemática su presencia en Primera por tercer año consecutivo gracias a sus 39 puntos (dieciséis más que los asturianos).

Echando la vista atrás, en el último descenso de la máxima categoría de Las Palmas en 2001/2002, los amarillos entrenados por Fernando Vázquez bajaron a Segunda con 40 puntos, tras sacar solo un empate en las últimas cuatro jornadas, después de aquel fatídico derbi contra el Tenerife de por medio, que condenó a los amarillos al infierno.

A pesar de haber cumplido con creces el objetivo marcado y devolver una identidad perdida a la UD Las Palmas, que llegó a permitirse soñar con Europa, el juego que antes maravillaba, ahora hace que aficionados se vayan del Estadio de Gran Canaria en los últimos 20 minutos frente a todo un Atlético de Madrid. Los amarillos son el cuarto equipo que más goles ha encajado en toda La Liga (67 tantos).

Sin embargo, Setién ha dejado claro en más de una ocasión, al conseguir la permanencia, que trabaja para que el equipo acabe lo más arriba posible y ha asegurado que los jugadores siguen comprometidos con esta idea.

“Me gustaría marcharme dejando el recuerdo de que he sido una persona honrada y un profesional. Ha habido una conjunción de ideas que nos ha llevado donde nos han llevado, para que ellos sean mejores y yo mejor entrenador. Me llevo el reconocimiento masivo de la isla, porque se ha recuperado una tradición, que la gente recordaba desde la época de Tonono y Guedes. Llegué en descenso, poco a poco fuimos superándonos y, jugando al fútbol en situaciones muy difíciles, hemos salvado a un equipo al que, en teoría, le tenía que haber costado más salvar la categoría” declaró el técnico en una entrevista concedida a la Agencia Efe en Madrid, tras perder contra el Leganés por 3 a 0.

Ahora tiene una oportunidad para conseguir la segunda mejor puntuación de la historia de la UD Las Palmas en Primera desde la temporada 2000/2001, en la que, al mando de Sergio Krésic, acabaron undécimos con 46 puntos.

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