A velocidad de crucero
La UD Las Palmas ha conseguido una victoria de oro ante el Valencia que le permite seguir mirando con relativa tranquilidad la zona baja de la tabla, que a falta de concluir la jornada 31 de La Liga se sitúa a ocho puntos de los amarillos.
En los últimos seis partidos, después del FC Barcelona, los de Setién han firmado unos números extraordinarios. Cinco victorias y una derrota (contra el Real Madrid), encajando sólo tres goles en contra (dos frente a los de Zidane y uno contra el Valencia) que aúpan a la UD al puesto más alto que ha ocupado en toda la temporada: undécimo.
El parón de la Liga durante la semana santa, con los compromisos de la selecciones, tras la buena dinámica que mantenían los de Setién no han cortado la racha ascendente del equipo a pesar de las sensaciones iniciales con el gol tempranero de Rodrigo, consecuencia del arriesgado estilo de toque del técnico cántabro.
Durante la primera parte los amarillos no fueron los mismos de las últimas jornadas. Nerviosos tras el gol encajado no encontraban hueco ante un Valencia que jugaba a encerrarse y perder tiempo desde el minuto 10. El cambio de entrenador del equipo ché a penas ha variado el juego de un club que vaga errante por el campo sin proponer nada.
Sin embargo, los locales continuaron manteniendo su mismo estilo de toque, con asociaciones cortas, reculando al portero cuando fuese necesario y con paciencia, mucha paciencia, llegó el penalti que transformó Viera ante el 'parapenaltis' Alves y el encuentro cambió totalmente.
El estilo de Setién volvió a brillar y las carencias del Valencia salieron a relucir en un equipo que si hasta ese momento proponía poco, después del empate no supo jugar a nada más que arreones.
La UD supo darle la vuelta al marcador y a punto estuvo de sacar más renta, siendo muy superior a su rival durante casi toda la segunda mitad y mostrando la madurez de la que careció por ejemplo, ante el Real Madrid, cuando encajó el tanto de la derrota en el último minuto por falta de concentración.
Como ya dijera Setién antes del encuentro, ganar al Valencia significa sumar una “victoria importantísima” para lograr el objetivo de la permanencia, que según los cálculos del cántabro, están a un triunfo más (39 puntos) y quedan siete jornadas, de los cuales tres son en casa (Sporting, Espanyol y Athletic de Bilbao).