Manolo López, querido a partes iguales
La figura de Manolo López ha vuelto a estar de actualidad tras su nombramiento como nuevo director general de Deportes del Gobierno de Canarias. Y es que en el pasado este portero fue un nombre destacado del fútbol canario, por su papel tanto en el CD Tenerife como en la UD Las Palmas en las décadas de los 80 y 90 del siglo pasado.
El aruquense llegó a la UD Las Palmas como una promesa, debutando en Primera División antes de cumplir los 20 años. El descenso de los amarillos a Segunda provocó su salida hacia el Ceuta, entonces en Segunda B, donde batió el récor de imbatibilidad de Dino Zoff, dejándolo en 1.223 minutos.
Esta fue su carta de presentación para fichar en 1989 por el CD Tenerife, recién ingresado en Primera. En la entidad blanquiazul vivió el triunfo en la promoción ante el Depor y la primera clasificación para la UEFA. En el Heliodoro se ganó el cariño de la afición, peleando el puesto a Belza, Zeoli y Agustín.
Aunque nunca fue titular indiscutible, lo cierto es que es que tomó parte de partidos memorables, como el 3-2 sobre el Real Madrid en junio de 1992, que dejó a los blancos sin título. Jugó 103 partidos como blanquiazul en cinco temporadas, 89 de liga, 2 de UEFA y 12 de Copa del Rey.
Abandonó el Tenerife en 1995 para volver a Las Palmas, que le reclamó entonces para para intetar salir de Segunda B. Fue cuando se cruzó con el Tenerife en la Copa, eliminándolo en buena media por el gran trabajo de Manolo López bajo palos. El de Arucas paró uno de los penaltis de la tanda con que se resolvió aquel duelo. Manolo paso de héroe del tinerfeñismo a villano, pero el paso del tiempo ha borrado aquel mal recuerdo.
Una campaña más tarde, Manolo formaría parte del equipo de Las Palmas que lograba el tan ansiado ascenso a Segunda tras cuatro años en la categoría de bronce.
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