Still Alice: una película para recordar
Si decimos que es el mejor papel de Julianne Moore estaríamos olvidando fácilmente su actuación en 'Las Horas' (2002), aunque sabemos que los Óscar no siempre llegan justo cuando se merecen pero siempre se merecen por una carrera o por la guinda que una interpretación supone a una carrera.
Lo peor del olvido
Alice, (Julianne Moore) es una profesora universitaria a la que le diagnostican un alzheimer precoz, una de las enfermedades mentales más crueles que existen. Cuando se encuentra en la parte más brillante de su carrera, cuando ha criado a sus tres hijos e incluso va a tener un nieto, la vida la sorprende robándole sus recuerdos, su talento y su identidad.
Una interpretación de óscar
Julianne Moore ha vuelto a demostrar que puede manejarse en cualquier registro interpretativo e incluso en la degeneración mental de un mismo personaje. Es capaz de apagar el brillo de sus propios ojos cuando el guion lo requiere y es tan creíble su desesperación que es como si un familiar nuestro padeciera la enfermedad.
El regreso de Kristen Stewart
La joven actriz de la saga 'Crepúsculo' se muestra en este film como una actriz ambiciosa que huye de encasillarse. Interpreta a la más pequeña de los hijos de Alice que aparentemente es la más rebelde pero que jugará un papel importante en el proceso degenerativo de la enfermedad de su madre. En una entrevista concedida por Julianne Moore a la revista 'Fotogramas' la actriz declaró: “Kristen Stewart es una actriz tan maravillosa, tan emocional, tan llena de sentimiento… ¡La quiero a morir!”.
Una novela de Lisa Genova
La película es una adaptación cinematográfica de la novela 'Siempre Alice' (Ediciones B). Los directores de cine Richard Glatzer y Wash Westmoreland ya han llevado en otras ocasiones dramas intimistas al cine y con 'Still Alice' han logrado captar ese momento en que un enfermo empieza a perder la dignidad y los que están a su alrededor empiezan a infantilizarle e incluso a cosificarle. Da igual lo que ese enfermo hubiera triunfado en vida, que hubiera sido una persona independiente o respetada. Un día te meas encima y se olvidan de quien fuiste. En ese caso, lo mejor que nos puede pasar es olvidarnos primero nosotros de nosotros mismos antes de que lo hagan los demás.