''Hay que cambiar la mentalidad continuamente, todo es un constante resurgir, no paramos''

Luis Mentado es el fundador, junto a su esposa Lenita Burman, de la compañía Burmen S.L., una de las compañías europeas lideres en el sector ropa interior y bañadores.

Las dos marcas que comercializa Burmen S.L son Lenita y XTG, que se unifican en la enseña de su cadena de franquicias Lenita & XTG. La primera desarrolla bañadores femeninos y la segunda desarrolla principalmente prendas íntimas y bañadores masculinos.

Luis recuerda claramente los comienzos de la empresa: “Mi pasión era hacer surfing y la madre de Lenita tenía en la casa un taller de confección, por lo que le pedí a Lenita que me hiciera una bermudas muy cañeras. Debido al éxito que tuvieron, después empezó a hacerlas por encargo porque los surferos en aquel entonces no tenían tanta capacidad económica, y también empezó a fabricar bikinis que las mujeres consumían más”.

Hace 25 años que Lenita cosió sus primeros bikinis, 25 años pasaron de aquella primera casa donde tuvieron su primer taller: “Empezamos en un piso, y el atelier fue aumentando de cuarto a cuarto, hasta que al final la casa entera era una fábrica. Pasaron como cuatro añitos y ya tuvimos que coger un local y poner un taller” recuerda Luis con cariño.

Mentado asegura que con XTG Underwear dieron el salto cualitativo, ya que les permitió ingresar en el mercado extranjero: “la colección de baño de XTG se vendía muy bien a nivel local, pero era muy difícil de venderla internacionalmente porque la cultura del baño que hay en Canarias es como la cultura del baño que hay en Brasil. El bañador es muy cortito y en Península no se usa eso, en Europa tampoco, en Estados Unidos tampoco se usa mucho, pero el underwear que se usa en todas partes del mundo”.

Hoy en día Burmen es una empresa consolidada que cuenta con 55 empleados y tiene una cifra de negocio estimada para 2010 superior a los 4.5 millones de euros. Tiene tiendas en Gran Canaria, Tenerife, Madrid y Londres, y su próximo proyecto es abrir en Barcelona y en Málaga. Además está presente en más de 750 tiendas multimarca en todo el mundo.

Al preguntarle sobre sus inicios en el mercado internacional, Luis recuerda que participaron en ferias internacionales, y como al tercer año de comenzar a intervenir en este tipo de ferias se dio cuenta que lo importante era llamar la atención de alguna manera, hacer que la gente se acercara al stand. “Se me ocurrió llevar un container lleno de plátanos a Alemania, eran como 5.000 kilos de fruta que me costaron en aquel entonces 500.000 pesetas. El ir regalando plátanos, las niñas bailando, hacer un espectáculo”, cuenta entre risas, “fue una sensación”.

Claramente el plan de Mentado dio resultado y el stand se llenó de gente que comía plátanos y veían el show, además esto le sirvió para hacer algunos contactos con varios distribuidores y la empresa comenzó a crecer, aunque el ciclo en alza se rompió y surgieron algunos problemas: “tuve algún altibajo económico, la empresa en aquel entonces empezaba a facturar, iba un poco al límite de tesorería, porque era todo nuestro capital y no podía tener fallas económicas con proveedores, y las tuve. Tuve que cerrar grifo en el extranjero porque prefería vender menos pero tener más garantizado el tema de cobro”, confiesa el empresario.

Luis cuenta que tanto él como su mujer saben hacer todo en la empresa, desde hacer un patrón, coser, arreglar una máquina, hasta salir a vender a la calle. Sin embargo, hoy en día se reparten el trabajo “fifty-fifty” y mientras Lenita coordina la parte de diseño de la marca que lleva su nombre y lleva el peso de la casa, Luis es el que está más encima de la empresa.

Una de las claves del crecimiento rápido de la empresa ha sido la reinversión, aunque el carecer de inversiones externas también la ha limitado, por lo que “el trabajo ha sido el doble”, según Luis. Actualmente no descarta la posibilidad de aceptar una inyección de capital para que la empresa crezca, aunque reconoce que no la necesita, sabe que en dos años puede duplicar su facturación.

El empresario tiene claro el potencial de su empresa, de hecho ha recibido varias ofertas de franquicia en varios países pero prefiere ir de a poco para no cometer errores que luego pueda lamentar, “propuestas tengo muchas, de México, de países del este, pero son inversores que no tienen un capital importante”.

La personalidad inquieta y agresiva, en el sentido empresarial, de los dueños de Burmen S.L, ha generado cambios permanentes que han ayudado a mantener viva la empresa. “Hay que cambiar la mentalidad continuamente, porque si no la cambias, en el mundo de la moda mueres”.

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