El rechazo de PP, Vox y Junts al decreto ómnibus restará 38 euros al mes a las pensiones canarias
Vox, PP y Junts han tumbado este miércoles el decreto con la subida de las pensiones y otras ayudas como al transporte y por la emergencia de la la catástrofe de la DANA de Valencia. Aún es difícil calcular con exactitud el modo en que, de manera global, esta decisión política afectará al día a día de los españoles y españolas, dado que no se trata solo de un recorte en lo que percibirán los jubilados mensualmente, sino de filtraciones al escudo social que harán también mella en aspectos como el gasto en el transporte público o el alza del ingreso mínimo vital.
Es el denominado decreto ómnibus, que renovaba parte de ese escudo social para contener los efectos económicos derivados de la guerra, con medidas como un bono social eléctrico o la protección contra los desahucios a familias vulnerables, así como la subida de las pensiones. El decreto ha caído con 177 votos en contra y 171 a favor. Lo que sí se sabe es cuánto se cobrará de menos al suspender la revalorización de las pensiones, y el dinero que ya no estará a partir de febrero en las cuentas corrientes por comunidades autónomas y en el caso de las provincias de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife es de 38 y 37 euros respectivamente.
En un hilo publicado en su cuenta oficial de X, Carlos Sánchez Mato (Madrid, 1970), une en un mismo acto su tarea docente y militante y explica cómo afectará el suspenso de la revalorización de las pensiones en cada una de las provincias españolas. En una conversación con esta redacción, el profesor de Economía Aplicada, Estructura e Historia de la Universidad Complutense de Madrid, explica que nos encontramos ante una conjunción de intereses de las derechas al tumbar medidas de indudable importancia que iban incluidas en ese gigantesco Real Decreto Ley. Para Sánchez Mato, además de un fuerte componente ideológico ligado a la conservación de intereses económicos por delante de las vidas de las personas, “es evidentemente, tal y como operativamente se planteó por parte del Partido Popular que tiene más que ver con esa labor de desgaste y de no conformarse con el resultado de las elecciones del 23 de julio del año pasado que con otra cosa. Ni siquiera han sido consecuentes a la hora de mantener la posición y dec: no queremos que se suban las pensiones con arreglo al IPC, es que no son capaces de decirlo y es algo en lo que jamás creyeron, nunca creyeron en la revalorización y la garantía de las pensiones”, asegura el ex concejal del Ayuntamiento de Madrid.
A pesar del batacazo que el decreto ha sufridoen la Cámara Baja, una de sus derrotas parlamentarias más duras de la legislatura, para Sánchez Mato hay cierta melodía de victoria en lo que concierne a la batalla cultural que en los últimos años se ha dado por el blindaje de las pensiones. “Le dimos una vuelta importantísima a esta historia con la ley de 2021, cuando conseguimos recuperar la garantía del poder adquisitivo de las pensiones en la ley 21-2021. Y esa garantía que se consiguió por la lucha de los colectivos de pensionistas, que lucharon a tope por las organizaciones políticas, también por las sindicales, gracias a la lucha de las centrales y sindicales mayoritarias y las minoritarias, por la lucha de los colectivos, por las organizaciones políticas de la izquierda transformadora, llevamos al PSOE a una reforma de las pensiones, que nos permite hoy tener un consenso nuevo, renovado, que hace que hasta el PP hoy agache la cabeza”.
El economista alude a la situación especialmente vulnerabe en que queda el archipiélago canario si se ve desprovisto de las garantías del escudo del RD. “Clavijo no sabe cómo buscar excusas para justificar gobernar con un partido que está haciéndole un daño brutal a la comunidad autónoma de Canarias; 561 millones de euros que se tiraron ayer por la ventana”.
Sánchez Mato recuerda que el sistema de reparto en el que se basa el Estado del Bienestar, es un compromiso que se contrae con los derehcos de todos. “No estamos trabajando para pagar nuestra pensión. Estamos trabajando y contribuyendo para pagar las pensiones de los que trabajaron antes. Y eso es algo que nos debería dar de orgullo. Debemos pensar que esto que ha ocurrido no solamente es una ruptura de un compromiso social, es algo muy serio”.
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