El PSOE no exige la dimisión al presidente del Cabildo de Fuerteventura como hizo con el exalcalde de Arrecife

Blas Acosta entrando a los Juzgados de Puerto del Rosario

Fuerteventura Ahora

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El Partido Socialista Canario-PSOE guarda silencio sobre las pretensiones del presidente del Cabildo de Fuerteventura, Blas Acosta, de ser designado senador por la Comunidad Autónoma de Canarias. Su situación procesal, con una investigación penal ya finalizada y con un escrito del Ministerio Fiscal solicitándole cuatro años y tres meses de cárcel por su gestión al frente de la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Pájara, no parece ser impedimento para que el también secretario general del PSOE de Fuerteventura pretenda ese puesto, que lo aforaría ante el Tribunal Supremo.

Tampoco hay pronunciamiento socialista acerca de la situación procesal de Blas Acosta ni parece que nadie le haya exigido las mismas medidas profilácticas que se le aplicaron al que fuera alcalde de Arrecife hasta 2016, José Montelongo, al que se le obligó a dimitir de su cargo público y posteriormente como secretario local del PSOE en la capital lanzaroteña desde el mismo momento en el que el Ministerio Fiscal presentó su escrito de acusación por el conocido como caso Montecarlo, cuyo juicio aún no se ha celebrado.

José Montelongo está acusado en varias piezas judiciales por presuntos delitos cometidos durante su etapa de concejal de Hacienda bajo la alcaldía del fallecido alcalde del PP Cándido Reguera. Se le acusa de prevaricación y fraude por unas facturas a proveedores por servicios que jamás se prestaron al ayuntamiento. La Fiscalía solicita para él diez años de prisión.

Inicialmente Montelongo dimitió como alcalde de Arrecife y se mantuvo como secretario local del PSOE, pero a petición del partido, poco después también abandonó este cargo orgánico a pesar de que el código ético de los socialistas obliga a dimitir desde el momento de la apertura de juicio oral, lo que en el caso de Montelongo se produjo tres años más tarde.

Sin embargo, a Blas Acosta nadie le ha solicitado de momento que dimita, ni como presidente del Cabildo ni como secretario general del PSOE de Fuerteventura. Ninguna fuente de la Ejecutiva consultada por este periódico ha querido responder a la pregunta de cuál va a ser la actuación del partido ante su situación procesal, si se le va a aplicar la misma doctrina que a Montelongo. Tampoco ha habido respuestas a la pregunta de si se le va a conceder su deseo de ser propuesto al Parlamento como senador por la Comunidad Autónoma, cargo al que dice aspirar.

Blas Acosta está acusado por la Fiscalía de varios delitos de administración desleal e insolvencia punible presuntamente cometidos durante el tiempo que estuvo al frente de la empresa municipal de Pájara Gesturpa, dedicada al Urbanismo.

Su situación como cargo público pende actualmente de un hilo, es decir, del éxito de una moción de censura que se prepara en el Cabildo de Fuerteventura y que, de triunfar, lo relegaría a consejero de la oposición junto a todos sus compañeros y compañeras del PSOE.

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