Espacio de opinión de La Palma Ahora
Pal'mar ya
Parece necesario y de justicia recordar con motivo de la puesta en uso y disfrute de la playa de Santa Cruz de La Palma algunos hitos que marcaron, en su momento, un conjunto de propuestas que cambiaron de forma sobresaliente el diseño de su litoral.
Inicialmente hemos de decir que la propuesta de la construcción de una playa en el frente marítimo del municipio no aparece, en su origen, como respuesta de protección ante los embates del mar. No. Sería injusto quedarnos ahí, trasladando a la opinión pública que esa propuesta nació al albur de un estudio administrativo obligado por tales circunstancias.
En la década de los años 90 del siglo XX un grupo de concejales en el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma pertenecientes al Partido Popular forman un nuevo equipo de gobierno. En esos momentos se planteaba ejecutar de forma inmediata en la Avenida Marítima un proyecto elaborado por el Gobierno de Canarias, conocido como proyecto de Avenida Exterior, en el que se pretendía reproducir la actual plancha de asfalto hacia el mar con una acera central divisoria porque era necesario dar mayor fluidez a la circulación de vehículos con la creación de más carriles. Escuchamos en ese instante a un conjunto de ciudadanos que no entendían ni admitían este proyecto que nos alejaba del mar mediante plataformas negras de asfalto. Ese proyecto se paralizó.
El 3 de diciembre de 1997 el Pleno de la Corporación a iniciativa del gobierno municipal popular ratifica la propuesta alternativa que no es otra que la llamada en aquel momento vía de ronda, hoy vía de circunvalación. Solución diseñada acertadamente por el Gobierno de Canarias que “permitirá, entre otras cosas, –así lo decía textualmente el acuerdo plenario- recuperar el frente marítimo para el ocio y disfrute de todos”. A pesar de la liberación que suponía evitar una asfixiante circulación de vehículos (se llegaron a estimar en 25.000 vehículos diarios) cruzando el municipio, algunas fuerzas políticas no se unieron a esa propuesta. En junio de 1998 el Gobierno de Canarias publica el concurso para la redacción de ese trascendental proyecto de la vía de circunvalación que permite hoy circular por la parte alta del municipio.
Llegaba el momento de hacer otra cosa en el litoral capitalino. De ese modo, no sin algún otro rechazo de representantes de otras fuerzas políticas, propusimos desde el gobierno municipal y así fue aprobado por el Pleno celebrado el 30 de noviembre de 1998, la convocatoria de un concurso de ideas para la ordenación de la Avenida Marítima desde el Espigón del Muelle hasta el Barranco del Carmen “buscando una verdadera simbiosis Ciudad-Mar”.
El 6 de mayo de 1999 se falla el concurso otorgando el primer premio al trabajo Pal'mar ya del equipo AMP y el segundo premio al trabajo Encuentros del arquitecto de nuestra isla Manuel Cabrera. Es en esa idea donde se recoge como elemento esencial y fundamental del trabajo la creación de la playa de Santa Cruz de La Palma. Ya desde ese mismo instante, algunos proclamaban la falacia de esa infraestructura. Sin embargo, los trabajos continuaron con el anteproyecto que contrata la Corporación municipal el año siguiente donde ya se vislumbra técnicamente la viabilidad de ese nuevo espacio para el baño, ocio y disfrute de todos. Más tarde el Gobierno de Canarias, en el año 2004, encarga el Plan Director del Paseo Marítimo y a partir del 2006 el Gobierno de España, a través de la Dirección General de Costas, trabaja en la redacción del proyecto final que no recoge la rehabilitación de todo el litoral del municipio sino sólo la parte referida a la creación de la playa como espacio de ocio y, además, como protección del casco urbano ante las ya reiteradas y peligrosas acometidas del mar. Su ejecución comienza en el año 2011.
En justo reconocimiento se ha de decir que son muchos, unos más que otros, los responsables políticos municipales, insulares, regionales y nacionales que desde su origen hasta su conclusión han hecho posible que hoy podamos disfrutar de esta magnífica propuesta de esparcimiento y de apertura al mar. Sin embargo, no podía dejar pasar la ocasión para recordar como una decisión política acompasada e impulsada por los ciudadanos cambió de forma más que acertada la fisonomía del litoral y logró hacer realidad una vieja aspiración de abrirnos al mar que nos rodea.
Aquellas decisiones referidas al no incremento de vías en la Avenida Marítima, a la ejecución de nueva vía de circunvalación al oeste del municipio, a la creación de la nueva playa que nos proponía aquel concurso de ideas y la ejecución, que comenzó en el año 2002, de casi 800 plazas de aparcamiento subterráneo, justificada por la más que previsible desaparición de los aparcamientos de “los terrenos ganados al mar”, permiten contar hoy con esas infraestructuras mucho más acordes con una sociedad que no puede ni quiere ni debe alejarse del mar. Queda mucho por hacer en la Avenida Marítima pero ya podemos disfrutar de la playa.