Continúa el tratamiento de los icónicos laureles de Indias aridanenses

31 de agosto de 2025 17:00 h

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Trabajos de tratamiento de los laureles  de  Indias  en la Plaza de España de Los Llanos de Aridane. Foto: MVH

Este domingo, 31 de agosto, ha comenzado la fase de saneamiento, limpieza y aclarado de los frondosos laureles de Indias (ficus), remitidos desde Cuba y sembrados en 1863, del entorno de la Plaza de España y Acera Ancha de Los Llanos de Aridane.

Los trabajos los está realizando los especialistas en arboricultura Carlos Zarza y Marán Lázaro, acompañados por el concejal de Parques y Jardines Carlos de Paz. En estos días se viene observando nuevos “brotes verdes”, naciendo en las ramas esqueléticas.

Esta fase, acometida después de haberse detectado una plaga que venía afectando gravemente a los árboles, continúa a un detallado estudio de la enfermedad y tratamientos de limpieza. En principio y, al parecer, se han contratado el tratamiento de unos 17 ejemplares afectados.

La acogedora frondosa sombra, de hojas perennes, y la frescura que emanan los laureles han sido inspiración para viajeros, poetas, escritores, pintores, fotógrafos… que se han cobijado bajo ellos. Con el verbo, pincel y cámara los han arrancado del suelo del viejo terraplén y lo han plasmado en palabra, lienzo y papel para convertirlos en universales y traspasar lo estrictamente local.

De esas referencias nos ocupamos de un bellísimo relato del poeta y escritor Pedro García Cabrera (1905-1981) quien visitó y pernotó en la ciudad aridanense en octubre de 1926.

De entre esa crónica publicada en el periódico palmero Diario de avisos el 13 de diciembre de 1926, bajo el título: “De un viaje por La Palma: Los Llanos” extraemos los siguientes párrafos de extraordinaria belleza y valor literario patrimonial.

Carlos Zarza realizando trabajos de saneamiento y aclarado   en uno de los laureles de Indias de la Plaza de España de Los Llanos de Aridane. Foto: MVH

Para la pluma y el sentimiento poético de García Cabrera nuestros laureles, enviados en plantones desde Cuba en 1863, formaban un tapiz de esmeraldas en forma de palio en un pueblo de vida mansa y recogida.

Las noches en Los Llanos son sedantes y acariciadoras como el beso casto de una virgen blanca, pálida, sutil y linda, que soñase mirando el azul con un anhelo místico prendido en el alma y una rosa de nieve temblando en la boca prometedora.

Sentado en la plaza de la iglesia, abierto el espíritu a la contemplación, recreándome en esas filtraciones de luna, que fingen un puñado de blancas monedas de plata al atravesar el esmeráldico tapiz de las exuberantes copas de los laureles de la India que, como un palio cubren el cuadrado de la plaza, pensé en lo bien que sonaría en este quietismo la serenata de Romeo deshaciéndose en ritmos dulces y melancólicos.

Paisaje nocturno, transparente, sedante y azul. Dijérase flotara, entre la lluvia astral de los cielos, el alma de Gutiérrez de Cetina.

Por eso, al llegar a este pueblo de vida mansa, recogida, silenciosa, cansado del tráfago de la capital tinerfeña, hastiado de la vida rápida, fugaz y vertiginosa, sentí que una alegría nueva era conmigo, que una dosis de paz y sosiego corría por mis venas infundiéndome un deleite suave y voluptuoso y mi alma, abatida, cobraba las fuerzas que para siempre creí perdidas.

Y pues que Los Llanos transformaron mi ocaso en un oriente, sean estas cuartillas una oración piadosa a su serenidad de lago y a su belleza sedante y acariciadora“.

De un viaje por La Palma: Los Llanos. Diario de avisos de La Palma: decano de la prensa de Canarias (Santa Cruz de La Palma, 13 de diciembre de 1926), p. [1].

Especialistas realizan tratamiento a los Laureles de Indias de la Plaza de España de Los Llanos de Aridane. Foto: MVH.

Conclusión

Sugerimos, en mi condición de hija, vecina y cronista oficial de Los Llanos de Aridane sea reproducido el texto que antecede en soporte permanente y sea colocado en el entorno fundacional de la ciudad para ser testimonio cultural literario del eminente escritor canario, del que sepamos nunca se le ha hecho reconocimiento expreso alguno en Aridane

Sería a modo de perpetuidad testimonio patrimonial aridanense que engrandecería los valores literarios canarios y fuente divulgativa para actuales y futuras generaciones y de todo aquel viajero que visite la ciudad.

Carlos de Paz, concejal de Parques y Jardines  de Los Llanos de Aridane. Foto: MVH

María Victoria Hernández, cronista oficial de la ciudad de Los Llanos de Aridane (2002), miembro de la Academia Canaria de la Lengua (2009) y de la Real Academia Canaria de Bellas Artes San Miguel Arcángel (2009)

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