Martín (Aspa): “La vía Las Norias-La Laguna ha sido un paso de gigantes para la agricultura del Valle”

La carretera Las Norias-La Laguna permite atravesar las coladas en 10 minutos.

Esther R. Medina

Los Llanos de Aridane —

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La carretera que une los barrios de La Laguna y Las Norias, en Los Llanos de Aridane, que discurre sobre 3,5 kilómetros de las coladas del nuevo volcán en Cumbre Vieja, considerada un proyecto sin precedentes, es para el presidente de la Asociación Palmera de Agricultores y Ganaderos (Aspa), Miguel Martín, “un paso de gigantes que se ha dado por parte del Cabildo y que nos permite acceder en 10 minutos de una zona a la otra, ahorrando una hora y tres cuartos que teníamos en el trayecto por Fuencaliente para llegar a los cultivos”, ha manifestado a este periódico.

La lava, recordó Martín, “arrasó 217 hectáreas de plátanos, aproximadamente, más otras 300 hectáreas que están afectadas en la zona sur de las coladas que no tienen producción este año, es decir, las 300 hectáreas perderán dos cosechas como mínimo, y las otras perderán muchas más cosechas porque hay que recuperarlas”. Además, añadió, “hay unas 30 hectáreas de aguacates y unas 50 hectáreas de viñedos sepultadas por la lava, y otros cultivos menores que suman algunas hectáreas más”.

“En el terreno sepultado por la lava se producirían unos 14 millones de kilos de plátanos que no van a estar en el mercado, y más de 50 millones de kilos de plátanos de pérdidas en La Palma”, subrayó el presidente de Aspa, quien recalcó que “toda la zona afectada lo estuvo el año anterior y lo estará en el próximo porque con la producción empezaremos en 2023 por esta época, con lo que se está replantando ahora y con lo que se está empezando a plantar y replantar y a hacer capados”.

El volcán ha asestado un duro golpe al sector primario del Valle de Aridane y por eso, dice Martín, “queremos que se mantengan las ayudas, que se van a mantener hasta el 2023 seguro, y el estudio que va a plantear la Consejería de Agricultura en enero es para analizar qué vamos a hacer con toda esa zona de recuperación de la lava”.

En este contexto catastrófico, la vía Las Norias-La Laguna ha supuesto un balón de oxígeno. “Hay que pensar que dedicar prácticamente cuatro horas al traslado en coche para ir y venir a la finca supone un tiempo y un gasto enormes, con lo cual la carretera ha sido muy bienvenida; es verdad que no se puede asfaltar (por las altas temperaturas), pero eso no nos preocupa porque es un tramo corto, y nos permite poder acudir a las fincas para hacer las labores de cultivo, para ir, para venir, y si se te rompe un motor puedes acudir a Los Llanos a comprar un repuesto y volver en poco tiempo”, resalta. “En cambio, de la otra manera significaba que si te surgía una avería tenías que programarte para resolverla con todo ese costo en tiempo y dinero, porque una hora y cuarto para llegar a esa zona es un disparate”, insiste.

Carretera de la costa y tramo El Remo-La Zamora

Por otro lado, Aspa demanda que se ejecute también “la carretera de la costa, pero al mismo tiempo planteamos continuar hasta Fuencaliente, en el tramo de El Remo a La Zamora, para que nos permita en un momento determinado no quedarnos aislados como nos hemos quedado en estos momentos”, apunta Martín. “Lo que hemos planteado para la carretera de la costa es que se ocupe el menor espacio posible o que se pueda después recuperar todo lo que sea afectado por la obra, pero creemos que es una carretera para más de un siglo y por tanto el desarrollo de la comarca no puede impedirlo cuatro plantas de plátanos o una superficie”, indica.

Recuerda que “cuando se proyecta una vía va a ocupar un territorio, eso está claro, por lo tanto, lo que hay que diseñar la carretera acorde a las circunstancias y que nos permita de alguna manera desarrollar esa comarca de cara al futuro, pero la continuación hasta Fuencaliente, desde nuestro punto de vista, es vital, no solo por la propia vía, sino porque ese sería el corredor, el paso del agua a la zona del Valle y también el paso del circuito eléctrico, es decir, de la red de alta que podría dotar al Valle”. “Tenemos que pensar que las depuradoras en estos momentos están funcionando con equipos autónomos porque la actual red eléctrica no tiene capacidad para suministrarles fluido”, expone.

“De cara al futuro, si queremos desarrollar la isla, y si dentro de ese desarrollo se encuentra el sector agrícola, está claro que los anillos insulares eléctrico e hídrico tienen que pasar por esa carretera”, concluye Miguel Martín.

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