La separación de biorresiduos en La Palma alcanzó las 788,7 toneladas en 2017
La Palma separó el pasado año un total de 788,7 toneladas de biorresiduos, se informa en nota de prensa. Los residuos orgánicos que entraron en el Complejo Ambiental de Los Morenos provenían de la recogida selectiva, puesta en marcha por el Consorcio de Servicios de La Palma, residuos de la Central Hortofrutícola de la isla y de diferentes cruceros que, desde el pasado año, participan en la separación de esta fracción de residuos, así como de otros restos vegetales.
El gerente del Consorcio de Servicios de La Palma, Álvaro Duque, explica que “la implicación de todos y cada uno de estos actores es fundamental para conseguir maximizar la separación selectiva de los biorresiduos, una parte que supone un 35% de la bolsa de la basura y que es un recurso muy aprovechable si se lleva a cabo su adecuada separación y posterior tratamiento”.
En concreto, en 2017 se obtuvieron 464,6 toneladas de biorresiduos provenientes de la recogida selectiva del Consorcio de Servicios, que incluye tanto contenedores situados en las vías públicas de El Paso, Los Llanos de Aridane y Fuencaliente, como de los bares y restaurantes de estos municipios y el Hotel La Palma & Teneguía Princess. Las podas provenientes de parques y jardines, así como de restos vegetales de explotaciones agrícolas y cortes de monte supusieron 264,6 toneladas mientras que los residuos provenientes de la Central Hortofrutícola alcanzaron las 31,9 toneladas.
Además, desde septiembre del pasado año, algunos cruceros que atracan en el puerto de Santa Cruz de La Palma se han implicado en la separación de sus biorresiduos, aportando 17,6 toneladas de esta fracción en 2017.
La Palma, pionera en Canarias en separación selectiva de biorresiduos
La isla de La Palma es pionera en Canarias en la implantación de la recogida selectiva de biorresiduos, que comenzó como proyecto piloto en el municipio de El Paso en el año 2015 y que se ha extendido a Los Llanos de Aridane y Fuencaliente.
Los biorresiduos son aquellos residuos biodegradables de origen animal o vegetal, susceptibles de degradarse biológicamente. El 35% de la bolsa de la basura de un hogar se compone de materia orgánica, especialmente de restos de comida.
Los biorresiduos que se recogen a través de los contenedores marrones están compuestos principalmente por restos de comida que se producen diariamente en el hogar y establecimientos comerciales como pueden ser cáscaras, sobras de comida, huesos y restos de carne o pescado, servilletas o manteles de papel con restos de materia orgánica, restos de café, tapones de corcho natural o bolsitas de infusiones, entre otros.