La inestabilidad política, las guerras y la violencia empujan a más de 7.600 personas a pedir asilo en Canarias

La inestabilidad política, la violencia, las violaciones de derechos humanos y la escalada de los conflictos armados empujaron a más de 123 millones de personas a dejar sus hogares en 2024. Aunque la mayoría de los desplazamientos forzados han sido internos, dentro del propio país, miles de personas han huido hacia España. El año pasado, solicitaron protección internacional en el territorio español 167.366 personas, un 2,5% más que en 2023. De ellas, 7.667 lo hicieron en Canarias, según se desprende del informe anual de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) publicado este lunes.

Por provincias, Las Palmas registró 4.221 solicitudes y Santa Cruz de Tenerife, 3.446. En total, se contabilizaron 954 peticiones menos que el año anterior. Según la ONG, la causa está en las trabas que enfrentan las personas para poder acceder al derecho al asilo. La entidad ha constatado importantes diferencias entre islas en cuanto al acceso a este trámite, por ejemplo a la hora de conseguir una cita.

Mientras que en Tenerife el tiempo de espera para obtener el volante de manifestación de la voluntad de solicitar asilo asciende a los doce meses, en Gran Canaria es de un mes. En Lanzarote y Fuerteventura, por su parte, el primer documento se obtiene en una semana, según ha informado CEAR. Por ello, la ONG aboga por que exista ''unidad de acción'' en la tramitación de los expedientes en la comunidad autónoma.

La mayoría de personas que solicitaron protección internacional en España en 2024 procedían de Venezuela, Colombia y Mali. En este contexto, CEAR advierte de que el Pacto Europeo de Migración y Asilo ''consagra un enfoque de contención, control y externalización de fronteras'' y propone la aprobación de una nueva Ley de Asilo que garantice los derechos de los solicitantes de asilo.

''Lamentamos la respuesta insuficiente de una Europa cada vez más alejada de sus principios y valores fundacionales'', indica la ONG en su informe. En esta línea, añaden que el Pacto de Migración y Asilo adopta un enfoque securitario de la movilidad humana, focalizado en el endurecimiento de las políticas de asilo, el blindaje de las fronteras y la cooperación con terceros países, incluidos aquellos ''con historiales cuanto menos problemáticos en materia de derechos humanos''.

Según la ONG, Siria, Venezuela, Afganistán, Ucrania, Sudán y la región del Sahel protagonizan las principales crisis de desplazamiento. CEAR que subraya el genocidio de Palestina como la causa del movimiento forzado de 1,9 millones de personas. ''La respuesta internacional es aún insuficiente'', insiste el informe.

La ruta canaria

A pesar del aumento global de los desplazamientos forzados, la falta de vías legales y seguras sigue empujando a las personas que necesitan protección internacional a emprender rutas más peligrosas y letales, como la del Atlántico. En 2024, 46.823 personas sobrevivieron a esta peligrosa travesía. La mayoría de pateras que llegaron a Lanzarote y Fuerteventura procedían de Marruecos y el Sáhara Occidental, y los cayucos que alcanzaron Gran Canaria, Tenerife, La Gomera y el Hierro salieron, principalmente, desde Mauritania y Senegal.

Según el informe de CEAR, la convulsa situación política en Senegal empujó a principios de 2024 a muchos jóvenes a huir. A partir de marzo, Mali se consolidó como la principal nacionalidad de las personas que llegaron a Canarias ''por el recrudecimiento del conflicto y la situación humanitaria y sociopolítica en el país''. El documento de la ONG resalta el aumento de asiáticos en la ruta del Atlántico. Según los datos de la Cruz Roja Española, 546 personas llegaron al Archipiélago desde Pakistán, Bangladesh, Afganistán y Yemen.

La infancia migrante

La ruta canaria en los últimos meses ha estado marcada por el aumento de menores sin referentes familiares que la atraviesan. Una de cada siete personas llegadas a las islas en 2024 era menor de edad y, la gran mayoría, había viajado sin familia. ''El 15 de diciembre, el número de niños y niñas acogidos en las islas ascendía a 5.700, distribuidos en alrededor de 86 dispositivos de acogida, infradimensionados, saturados en lo cuantitativo y precarizados en lo cualitativo'', advierte CEAR.

Durante la presentación del informe en Las Palmas de Gran Canaria, el coordinador de la ONG en Canarias, Juan Carlos Lorenzo, ha insistido en que el sistema no está adaptado a la nueva realidad de la infancia que migra sola. Lorenzo ha subrayado que no basta con ofrecer plazas de acogida temporal, sino que el sistema debe reforzar también el sistema de atención a los jóvenes extutelados.

El informe del Defensor del Pueblo Niñas y niños extranjeros en España solos o acompañados también ha advertido de que muchos menores solicitantes de asilo pasan desapercibidos en Canarias, reforzando su vulnerabilidad. En una misión realizada en el Archipiélago, Acnur entrevistó a 574 menores acogidos en 36 centros. La mitad cumplía con los requisitos para pedir asilo. Aun así, el 69% no había obtenido ninguna información sobre el derecho a solicitar protección internacional. El 15% de los que sí la habían recibido alegó no haberla entendido.

El Tribunal Supremo requirió al Estado que se hiciera cargo de mil menores no acompañados acogidos hasta ahora en Canarias y solicitantes de asilo. El Alto Tribunal dio un plazo de diez días que no se ha cumplido, por lo que ahora ha dado un ultimátum al Gobierno de España, exigiendo que se tomen medidas como dotar de más personal y medios a las oficinas encargadas de resolver estos procedimientos y mejorar su colaboración con el Ejecutivo autonómico. Si no, la ley contempla la posibilidad de imponer multas o llevar a la vía penal a los responsables.

En este sentido, Juan Carlos Lorenzo ha subrayado la necesidad de tener en cuenta el arraigo de los jóvenes antes de asignarle una plaza en el sistema nacional de protección, para que no tengan que ''empezar de cero''.