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Los problemas del día a día movilizan a los votantes de uno de los distritos más populosos de Las Palmas de Gran Canaria

Votantes en el colegio electoral ubicado en la Institución Ferial de Canarias, en la parte alta de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.

Iván Alejandro Hernández

Las Palmas de Gran Canaria —

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A las 13.00 horas, la participación en el colegio electoral ubicado en la Institución Ferial de Canarias se acercaba al 30% de un total de 7274 votantes repartidos en diez calles. El recinto cuenta con más de 50 años de historia y fue tras su construcción cuando se erigió el barrio en el que se ubica, la Avenida de La Feria, o La Feria, como se conoce comúnmente; un barrio obrero situado en la parte alta de la capital grancanaria, distrito que aglutina a la mayoría de la población de la ciudad (105.175 habitantes).

Repartidos en 15 mesas electorales, medio centenar de personas atendían a los ciudadanos que llegaban con su sobre o lo recogían de una de las cuatro cabinas dispuestas. Varios de los electores que acudieron este domingo consideran importante votar en las elecciones generales porque estiman que la política influye en su día a día.

Benzúi, jubilado, tiene claro que hay que acudir a las urnas para “no estar cabreado” durante cuatro años. Recuerda la época de la dictadura para ensalzar el privilegio que supone ir a votar. “Aunque no salga el partido que has apoyado, por lo menos, has cumplido con tu deber y con tu obligación”. Cree que hay mucha “gente cansada” con la política que prefiere quedarse en su casa, pero otorga valor llevar a cabo esta acción para, por ejemplo, mejorar “la limpieza en las calles” o “mejorar la educación para que le gente sea más cívica”, demandas que pide para su barrio.

Yurena Hernández siempre ha acudido a votar a pesar de que considera que “no sirve de mucho, los ricos seguirá siendo ricos y los pobres seguirán siendo pobres”, como le comentaba a su hija cuando esta le preguntó “¿por qué se vota?”. Argumenta que acude a las urnas “por si acaso”, pues aún tiene “la esperanza” de que las cosas mejoren. En su barrio, en el que lleva viviendo 30 años y “que no lo cambiaba por nada”, estima que podrían renovarse las fachadas de los edificios, en su totalidad bloques altos de pisos.

“Hay que votar, si no, no cambia nada”, asegura Lilian Collascos, quien lleva 13 años viviendo en el barrio. En traje y chaqueta, Víctor Ruiz, vendedor de El Corte Inglés, considera que acudir a las urnas “es necesario”, pero “cualquiera es libre de decidir si quiere ir o no”. Para Gabino Domínguez, jubilado, es “una obligación moral” que también sirve para mejorar el día a día de la gente e incluso la situación del barrio, en el que considera que hay “un problema de aparcamientos”; sobre la abstención, Domínguez opina que realmente quienes no votan “no pierden nada, pero tienen mucho que ganar”.

“Está votando menos gente”

Una de las apoderadas que acudió al mismo colegio electoral que en las pasadas elecciones generales opina que “se nota que está votando menos gente”; pero matiza que aún queda tiempo y los ciudadanos de los alrededores suelen acudir por la tarde. En ese momento se conocía que la participación en toda Canarias había bajado tres puntos.

La mañana transcurrió prácticamente sin incidentes, tan solo “algunos problemas con los bolígrafos de las cabinas” y la falta de una mesa donde se ubican las papeletas. Este domingo se celebra en el mismo recinto una feria del manga y se la habían llevado. Pero el colegio electoral pudo abrir a las 09.00 horas sin incidentes.

Por allí también aparecía la candidata del PSOE al Congreso, Elena Máñez, para traer comida a los apoderados de su partido, en una ruta por varios colegios electorales para dar apoyo a personas que “hacen una labor fundamental” a su juicio, y espera que la gente se vaya animando y participe por “salud democrática”, porque “hay mucho en juego”. Sobre lo sucedido en La Gomera, donde un colegio electoral incorporó las papeletas de su partido casi media hora más tarde, Máñez considera que es algo que “puede pasar”, porque en un día electoral “es imposible que no haya alguna incidencia”.

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