ANÁLISIS
Aldama, Torres y una refinería en Tenerife (otra)
Lo primero fue sostener urbi et orbi que Ángel Víctor Torres, expresidente del Gobierno de Canarias y actual ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, era un putero. Un mal bicho que aceptaba regalos del tipo un apartamento para verse con personas prostituidas. Lo dijo sin cortarse un pelo el tal Víctor de Aldama, protegido de la Fiscalía Anticorrupción, puesto en libertad para que eche toda la mierda que se le pueda ocurrir al PSOE y a los altos y bajos cargos de ese partido. Y lo sostuvo en todos los lugares donde lo quisieron oír, especialmente esos medios de comunicación que lo compran todo y que se zafan por los pelos de la consideración de pseudomedios, que es lo que realmente son.
Algunos de ellos mandaron periodistas al barrio aruquense de La Goleta, de donde es natural Torres, y al de El Zumacal, en Valleseco, donde vive, a preguntar a la vecindad por el carácter del ministro, si es verdad que tiene tendencias puteras o si es un diligente padre de familia. Se marcharon con el rabo entre las patas, a tenor de lo que publicaron. O lo que no publicaron, mejor dicho.
Torres demostró, con sus billetes de avión en la mano, que el día que De Aldama dijo que tenía los pantalones en los tobillos en un piso de la calle de Atocha, él estaba en Gran Canaria, a mil y pico kilómetros de distancia. Daba igual, el confidente, el protegido del fiscal anticorrupción, siguió insistiendo, y pidió que el expresidente canario presentara las tarjetas de embarque de los vuelos que en realidad tomó. Y Torres las presentó, pero ya el daño estaba hecho. Y la credibilidad de Aldama siguió siendo óptima para la fiscalía y para los medios que lo jalean todavía ahora.
Después del putiferio vino lo del petróleo venezolano, una conspiración muy chunga según la cual, Ángel Víctor Torres participó en unas reuniones secretas en las que se implicó en la traída de petróleo bolivariano a España a través de las Islas Canarias, donde el crudo se trataría en la correspondiente refinería de Tenerife, que ya no tiene refinería petrolífera. Daba lo mismo, al comprobar la prensa del interior de la M30 que ya no está operativa la famosa refinería de Cepsa de Santa Cruz de Tenerife, que hace años que se está desmantelando para la expansión de la ciudad, se inventaron que Ángel Víctor Torres, con su inmenso poder como presidente de la Comunidad Autónoma de Canarias, iba a conseguir que alguna petrolera interesada en esa operación construyera una refinería en la misma isla de Tenerife.
La tal Carmen Pano, una pieza tan exótica como poco creíble en el clan de Aldama, declaró ante la Guardia Civil que Ángel Víctor Torres viajó a Tenerife «en avión privado pagado por Aldama» para asegurar la creación de un amarre petrolero para regularizar el crudo en base a la normativa de la Unión Europea, ha publicado La Razón. Un amarre, ¿sabrán lo que es un amarre?
Esta teoría fue abrazada sin rubor por medios como The Objective, El Mundo, Periodista Digital, Alerta Digital y El Debate, especialmente después de que las partes personadas en el caso hidrocarburos pidieran al juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz que llamara a declarar el ministro para someterlo al correspondiente paseíllo, aunque solo fuera como testigo.
El PP, por supuesto, aprovechó el rebumbio para disparar contra uno de los ministros del gabinete Sánchez. El inigualable portavoz del partido en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y secretario ejecutivo de Acción Política de ese partido en Canarias, exigió públicamente que Torres asumiera “de una de una vez sus responsabilidades políticas” y que aclarara “si ha vuelto a mentir en la comisión de investigación en el Senado, cuando dijo que no tenía ninguna relación con Aldama y en realidad sí mantuvo reuniones con este señor, Claudio Rivas y Koldo para hablar de sus posibles chanchullos con petróleo venezolano en Canarias o de cualquier otra cosa”.
El juez Pedraz se ha encargado de responderle a Carlos Tarife y ha puesto en una resolución judicial que no se traga las estrambóticas acusaciones de Aldama y ha denegado la petición del PP, Vox y la asociación ultra Hazte Oír para que comparezca Torres. Ya da igual, las dudas sobre su reputación y sobre su comportamiento están lanzadas y quedan de momento disponibles en la web para toda persona que quiera conocer la vida publicada del ministro canario.
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