Castañeyra asume el cargo de jefe de la Cuarta Subinspección del Ejército
El jefe de la Cuarta Subinspección General del Ejército (Noroeste), Juan Miguel Mateo Castañeyra, ha asumido este miércooles en Valladolid su cargo, que ejercerá bajo el “mando ideal” de no tener que dar órdenes, puesto que eso supone no cambiar arbitrariamente de rumbo ni invadir las competencias de los subordinados, según ha dicho.
La demarcación Noroeste comprende las Comunidades de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, La Rioja y Castilla y León.
El general de división Mateo Castañeyra, ejercerá como comandante militar de Valladolid y Palencia, ha pronunciado, en un acto castrense celebrado en el Palacio Real de Valladolid, un discurso en el que ha aprovechado las palabras de “un prestigioso general” para fundamentar su premisa de ese mando ideal.“Un prestigioso general hacía del ejercicio de la autoridad algo natural e inherente a su persona”, ha asegurado, aunque “decía que el mando ideal sería aquel que no tuviera que dar órdenes”, algo a lo que durante toda su vida -ha dicho- ha tratado de ajustarse.
En su nuevo cargo tendrá bajo su responsabilidad a alrededor de 1.900 efectivos, que se engloban en las diferentes unidades que forman la Subinspección y cuya labor es apoyar a las unidades en sus bases y campos de maniobras y tiro, además de satisfacer otras necesidades del militar en el aspecto personal y profesional.
También ha declarado que siempre ha creído que una unidad militar, “cualquiera que sea su nivel”, debe funcionar como un grupo de amigos, “con mayúsculas”, puesto que a su juicio es la mejor forma de alcanzar la cohesión, que supone el factor de fortaleza de las Fuerzas Armadas. Este factor adquiere, en su nuevo cargo y bajo su punto de vista, “una mayor importancia” debido a la amplitud del despliegue en su zona de competencia y a la heterogeneidad de sus misiones.
“Dedicaré mis esfuerzos a conseguir ese objetivo” de cohesión y compenetración de los hombres bajo su mando, ha dicho Mateo Castañeyra, quien ha agregado que ejercerá su responsabilidad con la misma fuerza e ilusión con la que comenzó su primer destino en el empleo de teniente.
El teniente general Fernando Torres ha sido el encargado de presidir el acto, al que han asistido autoridades civiles como la vicepresidenta del Ejecutivo Autonómico, María Jesús Ruiz, el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva y el representante del Poder Judicial en Valladolid, Antonio-Jesús Fonseca-Herrero.
“Estoy seguro de que derrochará entusiasmo en su cargo y de que contará con el apoyo entusiasta de sus subordinados”, ha sentenciado Fernando Torres en referencia a su “amigo” Mateo Castañeyra, a quien conoce desde “hace años” y a quien el destino se ha “encargado de unir” en esta estructura militar, que nació hace tres años.Torres se ha dirigido al nuevo comandante militar de Valladolid y Palencia, a quien ha ofrecido su apoyo, confianza, lealtad y la amistad “de siempre” y le ha comparado con generales como Matallanes, quienes ha dicho “prestigiaron” esta subinspección.
Mateo, de 61 años y nacido en Puerto del Rosario (Las Palmas), ingresó en la Academia General Militar en 1967 y posteriormente ascendió a teniente en 1971; capitán, 1975; comandante, 1986; teniente coronel, 1991; coronel, 1997; general de Brigada, 2002, y general de División en 2005. Ha cursado estudios como oficial especialista en carros de combate, mando de unidades -paracaidistas-, apoyo aéreo y estado mayor, entre otras disciplinas.