'Delta', un año después

El paso de la tormenta tropical Delta por Canarias, el 28 de noviembre del pasado año, evidenció la fragilidad del sistema eléctrico en el Archipiélago, donde existen importantes carencias en infraestructuras de transporte y, en menor medida, de generación de electricidad.

Esta ha sido una de las principales conclusiones extraídas del informe de la ponencia elaborado por la comisión parlamentaria que ha investigado durante prácticamente un año las actuaciones de la empresa Unleco-Endesa y el Gobierno de Canarias.

El 28 y 29 de noviembre de 2005 la tormenta tropical Delta, a su paso por el Archipiélago, provocó la muerte de una persona en Fuerteventura, el cierre de aeropuertos, puertos, carreteras y colegios, además de graves afecciones al abastecimiento de agua, suministro eléctrico e importantes daños medioambientales.

El informe de la ponencia, que ha sido aprobado por unanimidad por la comisión de investigación, será remitido el próximo jueves al Parlamento de Canarias para su aprobación definitiva.

El informe aprobado este lunes resalta que la red de transporte del sistema eléctrico está saturada en muchos de sus puntos por el retraso de la puesta en marcha de algunas líneas básicas.

Deficiencias por parte de Unelco-Endesa

“La tormenta Delta puso de manifiesto la existencia de infraestructuras eléctricas cuyo mantenimiento es deficiente por parte la compañía Unelco-Endesa”, agrega el informe.

La ponencia especifica que la línea de 66 kilovoltios entre la central de Caletilla y de Granadilla presentaban un alto grado de corrosión y una pérdida de carga que llegaba al 48%, es decir, su capacidad de carga estaba reducida a la mitad.

El informe asegura que la responsabilidad de que en Canarias las infraestructuras eléctricas no se hayan desarrollado de forma conveniente corresponde a la administración autonómica y central, así como a la compañía Unelco-Endesa.

El paso del Delta dejó sin luz durante cinco días a gran parte de la isla de Tenerife, sobre todo a su capital, Santa Cruz de Tenerife, y a La Laguna.

“En Canarias se vieron afectados por falta de suministro eléctrico unos 350.000 abonados, de los que 160.000 correspondieron a Santa Cruz de Tenerife, y produjo la desconexión de todas la líneas de transporte eléctrico de alta tensión de la zona metropolitana, así como numerosos daños en la líneas de media tensión del este de Tenerife, asegura el informe.

El INM y el 112, cuestionados

También se señala que las predicciones de Instituto Nacional de Meteorología no ayudaron a determinar los peligros que se avecinaban, ya que el INM nunca habló de la magnitud real de la tormenta tropical Delta.

En el informe se cuestiona si Canarias cuenta en la actualidad con un sistema de predicción lo suficientemente dotado para detectar este tipo de fenómenos, aunque reconoce que fue “excepcional” y recomienda la necesidad de instalar un radar en Tenerife.

Respecto a los servicios de emergencias del Gobierno canario, el informe dice que el paso del Delta ha evidenciado la necesidad de contar con una mayor capacidad de respuesta en la recepción y tratamiento de llamadas de la población en situaciones de emergencia.

“No es suficiente con garantizar que las líneas del 112 se mantengan operativas, sino que debe propiciarse una mejora en la capacidad de atender más llamadas en situaciones no rutinarias como las derivadas de una gran emergencia”, agrega el informe.

La comisión aconseja también promover una mayor cultura para las situaciones de emergencia entre la población, realizando campaña informativas y simulacros, sobre todo en los espacios en los que se congregan grandes cantidades de personas.

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