La ‘embajada’ canaria que Clavijo abrió en Texas duró 16 meses y costó cerca de 100.000 euros

El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, junto a descendientes canarios en Estados Unidos.

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

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Un año y cuatro meses de vida y un coste superior a los 96.000 euros, a razón de algo más de 6.000 por cada uno de ellos. Es el balance que ha dejado la embajada comercial que el expresidente del Gobierno de Canarias, hoy senador, Fernando Clavijo (Coalición Canaria) abrió tras el verano de 2018 en la ciudad de San Antonio de Texas con el objetivo de “canalizar la atracción de inversiones desde Estados Unidos hacia el Archipiélago”. Esa delegación, que tenía vocación de permanencia, fue fruto de una visita del entonces jefe del Ejecutivo a la capital del condado de Bexar para conmemorar los tres siglos de la fundación de la ciudad de San Antonio por parte de colonos originarios de las Islas Canarias. El pasado diciembre fue cerrada, tan solo 16 meses después de su apertura, por decisión de la entonces consejera de Economía, Conocimiento y Empleo, la socialista Carolina Darias, recientemente nombrada ministra de Política Territorial y Función Pública en el Gobierno de coalición liderado por Pedro Sánchez.

Clavijo encabezó entre los días 14 y 17 de junio de 2018 una comitiva canaria de visita oficial en Cuba y Estados Unidos. El actual senador estuvo acompañado por el entonces viceconsejero de Acción Exterior del Gobierno canario, Luis Padilla, y por su equipo de imagen y prensa, formado por dos periodistas (los directores de gabinete y comunicación) y un fotógrafo. Los gastos de esa expedición ascendieron a 33.166,17 euros, según la información facilitada por el Ejecutivo a este periódico tras una petición formal a través del Portal de Transparencia.

Cautivado por el legado isleño en San Antonio de Texas, Clavijo justificó la apertura de esta delegación comercial permanente en la necesidad de estrechar esos lazos históricos e impulsar las relaciones económicas con la ciudad sureña en el marco de la estrategia de internacionalización del Ejecutivo regional. Después de destacar el “gran potencial” de San Antonio en investigación y desarrollo, el expresidente explicó que esa delegación canaria no acarrearía costes de oficina, ya que se ubicaría en la Cámara de Comercio de España, y que serviría como “plataforma de promoción” de las Islas en otras zonas de América del Norte, como Toronto, en Canadá, o Washington, Miami, Los Ángeles, Austin y Houston, en Estados Unidos.

Después de las elecciones y del cambio de gobierno tras el pacto progresista entre el PSOE, Nueva Canarias, Sí Podemos y la Agrupación Socialista Gomera (ASG), la nueva titular de la Consejería de Economía, Carolina Darias, planteó la necesidad de redefinir la red comercial exterior de Canarias. Y, como primera medida, decidió cerrar la de San Antonio de Texas, al entender que “no tenía sentido” mantenerla cuando sus objetivos colisionaban con los de la delegación canaria que opera desde hace años en Washington a través de la empresa pública Proexca y cuando el Archipiélago no tenía ninguna representación en Londres a pesar de la importancia del mercado británico en sectores claves de la economía canaria, como el turismo o la agricultura, y la inminente salida del Reino Unido de la Unión Europea, el temido brexit.

Según datos facilitados por el Gobierno de Canarias, el coste de personal de esa embajada comercial en Texas, con la presencia de una delegada, ascendió en 2019 a 72.228,1 euros, es decir, 6.019 euros al mes. Con esa misma cifra durante el cuatrimestre en que la oficina permaneció en funcionamiento en 2018, el importe global se eleva hasta los 96.304 euros.

Un millón de euros en las ‘embajadas’

El coste global de la red comercial de Canarias en el exterior, contabilizando gastos de personal y de oficinas, rozó el millón de euros en 2019. Más de la mitad de estos fondos, 541.574,45 euros, se destinaron a las siete delegaciones de Proexca, empresa pública dependiente de la Consejería de Economía, Conocimiento y Empleo.

De los siete trabajadores de Proexca en estas embajadas, cuatro ostentaban la categoría de dinamizadores y tres, de delegados. La diferencia entre ambas radica en el tipo de contrato, más estable para los segundos. Al primer grupo pertenecen los representantes de las Islas en Estocolmo (con un coste laboral de 44.419,15 euros anuales), Dakar (68.446,71), y Bogotá (68.306,17), además de la encargada en Texas (72.228,1). Los delegados, por su parte, se encuentran en Bruselas (61.839,75), Washington (98.601,33) y Agadir. En este último caso, el coste se dispara hasta los 127.733,22 euros anuales, ya que es la única plaza de Proexca en el exterior que dispone de oficina propia. El resto, aprovecha las instalaciones de las delegaciones comerciales de España.

La red se completa con el personal que depende de la Fundación Canaria para la Acción Exterior (Fucaex), adscrita a la Consejería de Presidencia del Gobierno regional. En Bruselas, al delegado de Proexca se le suma un representante de este organismo y su secretaria, con un coste laboral global de 110.247,33 euros anuales, cifra a la que hay que sumar los gastos de la oficina de la delegación canaria en la capital belga, que ascienden a 121.333,66 euros.

Fucaex también tiene delegados en Praia y Nouakchott, con un coste laboral idéntico (51.113,52 euros). La diferencia entre ambas embajadas reside en el gasto en las oficinas propias, mucho más elevado en la capital caboverdiana (32.121,59 euros) que en la mauritana (5.744,63).

El entramado se completa con un caso particular, el de Caracas. La Fundación Canaria para la Acción Exterior tiene una oficina en la capital venezolana que le cuesta 84.802,2 euros al año, pero su representante no cobra de Fucaex, ya que figura como asesor de Presidencia, cargo por el que percibe anualmente 82.055,51 euros sin Seguridad Social y sin antigüedad.

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