Las caras alegres se perciben antes que las tristes
El ser humano detecta con más rapidez las caras alegres que aquellas que muestran otras expresiones, según un trabajo realizado por Manuel Gutiérrez, catedrático de Psicología Básica de la Universidad de La Laguna y Lauri Nummenmaa, de la Universidad Tecnológica de Helsinki.
El trabajo ha sido publicado en la revista Cognitive, Affective and Behavioral Neuroscience y, según se indica en un comunicado de la Universidad de La Laguna, también se ha determinado en cuánto tiempo se produce el reconocimiento.
Para el estudio se ha empleado tecnología de seguimiento de mirada (eye tracking) sobre muestras de más de veinte personas en diversos experimentos.
Manuel Gutiérrez explica que hay seis expresiones básicas que se dan en diferentes culturas y sociedades: alegría, tristeza, miedo, enfado, asco y sorpresa.
Varios estudios previos sirvieron para determinar que las caras alegres se identifican significativamente mejor y más rápidamente que las demás, probablemente porque tienen un rasgo único diferenciador que es, además, muy prominente visualmente: la sonrisa.
En contraste, las otras expresiones comparten entre sí rasgos comunes en cierto grado (ceño fruncido, ojos abiertos, o semi-cerrados, boca entre-abierta, que dificultan la discriminación entre unos y otros.
La investigación realizada por Gutiérrez y Nummenmaa tenía como objetivo determinar el curso temporal en el reconocimiento de las caras alegres en comparación con las otras expresiones emocionales.
Es decir, fijar cuál es el momento más temprano en el que dicho reconocimiento se inicia y a lo largo de qué fases se desarrolla.
Para ello se utilizó una técnica de registro de movimientos oculares, en el que se presentaban simultáneamente pares de fotos de caras a los sujetos experimentales, una de ellas emocional y otra de expresión neutra.
La velocidad en la latencia de los movimientos sacádicos de los ojos de los sujetos hacia la cara emocional predefinida sirvió para determinar el momento inicial de reconocimiento.
El tiempo de la primera fijación visual en la cara se tomó como indicador de la eficiencia en los procesos de identificación de la expresión.
Las re fijaciones visuales sobre la cara antes de responder sobre la expresión de ésta sirvieron como medida de la eficiencia en los procesos de decisión.
Los resultados revelaron una ventaja de las caras alegres sobre las otras cinco expresiones en las tres fases (discriminación, identificación, y decisión).
Se observó que la expresión de alegría comienza a discriminarse de la neutra a los 160 milisegundos desde la aparición de las caras, mientras que la discriminación de las otras expresiones se inicia entre los 180 y los 200 milisegundos.
Además, la identificación de las caras alegres se completa en 277 milisegundos, mientras que tarda entre 308 y 319 milisegundos para las otras caras.
La decisión sobre qué emoción expresa la cara alegre se toma tras 1.06 fijaciones en ella, mientras que se necesitan entre 1.37 y 1.84 en las demás.
Las diferencias entre las caras alegres y las demás son estadísticamente significativas, mientras que generalmente no lo son entre las demás expresiones emocionales.
Para Manuel Gutiérrez, resulta particularmente interesante el dato relativo al momento más temprano de reconocimiento de las caras emocionales (entre 160 y 200 milisegundos), ya que coincide con el proporcionado por las medidas de actividad electrofisiológica de la corteza cerebral en estudios recientes.
La salvedad reside en que, mientras las medidas cerebrales únicamente muestran que las personas diferencian entre caras con expresión neutra y caras emocionales, este estudio permite, además, determinar qué emoción concreta percibe el observador y que la está identificando conscientemente.