Condenado a 17 años el hombre que mató a martillazos a su mujer en Firgas

La Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a 17 años de prisión al hombre que mató a su mujer a martillazos mientras dormía en el municipio grancanario de Firgas en abril de 2005.

La sala considera probado que Juan Carlos Falcón Cabrera, de 41 años, dormía junto a su esposa, Agustina de los Ángeles Mirabal Rodríguez de 26, cuando, tras sonar el despertador a las 5.20 horas, se levantó para dar de desayunar al hijo de ambos, de tres años, quien dormía en una cuna en el mismo dormitorio.

El hombre dejó al niño dormido en el sillón de la habitación de la tele y se fue a la azotea a fumarse un cigarro, momento que aprovechó para reflexionar sobre su relación con Agustina Mirabal, que le había reiterado su deseo de separarse, y tomó la decisión de matarla, para lo que cogió un martillo de 33,5 centímetros en el cuarto de la lavadora y se dirigió al dormitorio.

Además de comprobar que su mujer dormía, el acusado colocó una manta sobre su cabeza para evitar el impacto visual de las lesiones que se disponía a causarle.

El condenado la golpeó violentamente con el martillo hasta quince veces, lo que ocasionó a la víctima once heridas de diversos tamaños y consideración, dos de las cuales le ocasionaron destrucción de tejido encefálico, pérdida de conciencia y la muerte.

Tras ello, el hombre colocó una toalla en el suelo a la altura de la cabeza de su mujer para evitar que se manchara de sangre, dejó el martillo a los pies de la cómoda, llevó al niño a la guardería, y llamó a la empresa para decir que no iba a trabajar porque tenía problemas en casa.

Asimismo, subió al camión en el que trabajaba y lo llevó a la empresa, donde le explicó a un compañero que dejaba el trabajo por problemas familiares.

Juan Carlos Falcón regresó a su casa, se cambió de ropa y comprobó que su mujer estaba muerta, momento en el que cogió su coche para ir a Las Palmas de Gran Canaria al trabajo de su cuñado, al que dejó el vehículo bajo el argumento de que estaba nervioso por problemas con su mujer y le pidió a su hermana que recogiera el niño en la guardería.

Tras marcharse en taxi a Arucas y deambular por varias calles y bares, cerca de las tres y media de la tarde se presentó en las dependencias de la Guardia Civil para declarar que había matado a su mujer y entregó las llaves de su casa para que los agentes pudieran acceder al domicilio.

A pesar de que el hombre declaró durante la vista oral que no recordaba los hechos, la Sección Primera considera probado “era consciente en todo momento de lo que hacía” y actuó así voluntariamente para acabar con su vida.

El fallo condena al acusado a 17 años de prisión por el delito de asesinato y le prohíbe acercarse a su hijo a menos de doscientos metros, así como a la madre y hermanos de la víctima, durante 25 años.

Tampoco podrá vivir en el municipio de Firgas ni tratar de comunicarse con ellos por teléfono o cualquier medio.

Además, ha sido condenado a indemnizar a su hijo con 120.000 euros, a los otros dos hijos de la víctima con 80.000 euros a cada uno, con 20.000 al resto de la familia de la víctima, y a pagar las costas salvo las ocasionadas por las acusaciones populares del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y el Instituto Canario de la Mujer.

La defensa cuenta con un periodo de diez días para presentar recurso de apelación si lo considera oportuno.

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