Desahucio inminente en Gran Canaria de una familia con seis menores: “Moisés, ¿y qué hacemos si nos echan el jueves?”

“Moisés, ¿y qué hacemos si nos echan el jueves?” Es la frase que Raquel, madre de seis hijos, pronunció a su marido, Moisés, quien actualmente compagina una incapacidad total con una nómina como reponedor en un supermercado, ante el inminente lanzamiento hipotecario previsto para este jueves a las 12:00 horas en la Calle Alonso de Matos, 60, en Ingenio. La respuesta que Moisés dio a Raquel no ha trascendido, pero sí sabemos lo que respondió a este periódico: “No tenemos ninguna alternativa, pero se lo digo con el corazón en la mano, meter a mis seis hijos en el coche y quedarnos esa noche en el coche”, explica.

Esta historia se remonta a 2019-2020, antes de que fuera declarada oficialmente la pandemia que sacudió al mundo entero. A Raquel y a Moisés y a sus entonces cinco hijos también les golpeó contra el suelo. Ella perdió su trabajo y ambos quedaron subsistiendo con la prestación del paro de Raquel y la prestación por incapacidad absoluta de Moisés, pagando una hipoteca por la casa que adquirieron en 2006. Con las complicaciones derivadas de la poca entrada de dinero en casa, Moisés decidió ir a su banco, La Caja de Canarias (hoy Caixabank), para pedir una renegociación del pago mensual de la hipoteca que se adaptara a la nueva situación económica de la familia numerosa. Caixabank, banco cuya deuda ha sido sufragada por un 15% de dinero público, es decir, de todos los españoles y españolas, es decir, también de Moisés y Raquel, lejos de ofrecer a la pareja el código de buenas prácticas que contempla situaciones de impago de deuda de familias en riesgo de exclusión social, les dijo que no podía hacerse esa reducción de pago.

Sin pagar estuvieron Moisés y Raquel hasta que Moisés dio con una solución: cambiar su discapacidad de absoluta a total, para poder compaginar esa prestación con una nómina de reponedor en un supermercado. “Están bastante contentos conmigo”, cuenta Moisés. “Fui a Juan XXIII, donde está el tribunal médico, y les dije, mire, yo cobro entre 870, 880 (euros), mi mujer está en paro, tenemos que dar de comer a cinco hijos, porque todavía es mi hija, la chiquitita, no había nacido”. Y así fue como Moisés renunció a la incapacidad absoluta para poder compaginar la total y llenar la nevera.

La venta silenciosa de la deuda de Moisés

En el momento en que hacen a Moisés fijo en su trabajo, él se dirige a su banco, Caixabank, para, previa solicitud de un préstamo personal, “como si es a 20 años”, explica, pudieran pagar la deuda contraída por los meses de impago de la mensualidad de la hipoteca. Es entonces cuando, según cuenta, desde el banco le dicen que ya no les debe nada, que su casa ha sido vendida a un fondo de inversión.

Moisés asegura a este periódico que ellos no recibieron en ningún momento notificación de que la casa en la que vivía con sus seis hijos había cambiado de propietario. Ese propietario sin apenas rostro es Yellowstone Designated Activity Company, que requiere el lugar que hoy envuelve las vidas de ocho personas. La petición llegó a la mesa del Juzgado de Primera Instancia número 6 de Telde, que ha ordenado el lanzamiento. La abogada de Derecho al Techo, Isabel Saavedra, que en estos momentos ha asumido la representación de la familia, pide un aplazamiento hasta contar con informes de los servicios sociales municipales, que no están aún en la mesa de los juzgados de Telde.

Apoyo vecinal

Dunia pertenece al colectivo Recreándome y ha estado en contacto con la familia desde que tuvieron conocimiento de la amenaza de desahucio. “Nos organizamos con la familia para la comida, que no tengan que estar pensando también en eso, teniendo en cuenta lo que le puede gustar más a los niños”. Para Moisés, el apoyo recibido desde todos los puntos de la isla le hace sentir agradecido. “Ellos han movido tierra, mar y aire para que esto salga a la luz, que esto se sepa”. Las horas hasta el jueves transcurren entre la incertidumbre y el empaquetado de cajas, y le dicen: “Moisés, coge lo más valioso, porque cuando ellos entren ya es como si tú hubieras abandonado la casa”. Y Moisés empaqueta mientras les explica a sus niños que algo pasa, porque saben que algo pasa, y alquila en Sardina un contenedor para meter la mitad de su vida.