Educación se plantea acabar el curso con clases de refuerzo presenciales y digitales para el alumnado desconectado

Las claves del fin de curso escolar y el inicio del próximo año están resultando complejas de diseñar y aún se está consensuando con la comunidad educativa. La Consejería de Educación del Gobierno de Canarias está realizando un diagnóstico que determine el número de alumnos y alumnas más vulnerables, es decir, quiénes se han quedado desconectados durante estos meses de las clases online para priorizar las tutorías o clases de refuerzo con estos estudiantes, también de forma presencial. Para ello, se está trabajando con el objetivo de conocer el número de docentes que se encuentra en disposición de volver a los centros, ya que la plantilla del Archipiélago es escasa y envejecida, por lo que es necesario tomar todas las precauciones en materia de prevención de riesgos laborales.

Sobre este fin de curso, los sindicatos mayoritarios mantienen posturas parecidas en las conclusiones que han colgado en sus páginas web sobre las últimas reuniones de la mesa sectorial. Por un lado, el sindicato STEC-IC insiste en que no se deben reanudar las clases presenciales y Anpe en que no hay que obligar al profesorado a volver a las aulas “ya que todavía hay muchas dudas sobre cómo se va a garantizar nuestra seguridad”.

Mientras se trabaja en unas instrucciones claras y precisas que se pretenden tener avanzadas la próxima semana, ya Educación ha comenzado con la desinfección y el acondicionamiento de los centros educativos de Canarias. La Consejería insiste en que estos espacios no se han cerrado en ningún momento, ya que mientras profesorado y alumnado han seguido trabajando de forma telemática, los equipos directivos mantenían abiertas estas infraestructuras para poder atender diferentes acciones como el reparto de tabletas con conexión a Internet, entre otras.

Además, estos centros deberán estar preparados para realizar tareas administrativas, como el periodo de matrículas que tendrá comenzar en junio. Para ello, los lugares de atención al público dispondrán de medidas de separación entre el personal de administración y los usuarios. Así mismo, se está dotando de dosificadores desinfectantes a los centros.

Los sindicatos y el profesorado reclaman especialmente unas directrices claras. “Necesitamos garantías de que los centros estén acondicionados para las labores que se pretenden realizar”, plantea STEC. Anpe, por su parte, rechaza la posibilidad de que se abran algunos centros como prueba piloto ya que entiende que “todavía no se dan las circunstancias adecuadas para que vuelva el profesorado a las aulas y no consideramos adecuado exponer la plantilla de determinados centros a experimentos”. Así mismo, se ha solicitado que se hagan pruebas a todos los docentes que se incorporen a su puesto de trabajo.

Bajar las ratios, una de las claves

Este jueves está prevista una reunión entre la consejera de Educación con la ministra de Educación, Isabel Celaá, precisamente para debatir cómo acabar el curso de acuerdo a las fases de desescalada del estado de alarma. Otra de las demandas urgentes y que genera dudas entre la comunidad educativa es la celebración de la EBAU.

Cabe recordar que en la fase 2 del plan de desescalada, en la que previsiblemente entrará Canarias a partir del 25 de mayo, se incluye la vuelta voluntaria a clase de alumnos de cursos en los que se obtenga titulación como cuarto de la ESO, segundo de Bachillerato, segundo de Formación Profesional y por otro lado, los menores del ciclo de Infantil hasta 6 años, en principio siempre y cuando las familias acrediten que ambos progenitores tienen que volver a sus trabajos de forma presencial.

De cara al próximo curso, los sindicatos también están planteando cuestiones a la Consejería. Una de las que más preocupa es cómo se va a garantizar la distancia social en las aulas, dado el elevado número de alumnado por aula que tiene la Canarias. “Entendemos que hay que bajar las ratios, no solo por razones educativas sino también por razones de salud pública. Habrá por tanto que estudiar el mapa escolar y considerar la opción de aprovechar los espacios de centros que están cerrados u otros que se puedan necesitar”, destaca STEC.