Expertos alertan de los daños que están provocando los gatos asilvestrados a la biodiversidad de El Hierro

La Asociación para la Conservación de la Biodiversidad Canaria ha denunciado este lunes los “graves daños” que generan los gatos asilvestrados a la biodiversidad de El Hierro.

En un comunicado, la asociación recalca que los gatos asilvestrados están extendidos prácticamente por toda la isla, “de costa a cumbre”, alcanzando en algunos lugares, como es el caso de La Dehesa o El Julan, densidades muy elevadas.

Recuerda que hasta hace pocos años los cazadores contribuían al control de los felinos, considerado un competidor que afectaba a sus intereses cinegéticos, pero que en la actualidad coinciden varios factores que multiplican el impacto de los gatos en estado salvaje.

Por un lado, esgrime, se expiden muchas menos licencias de caza menor; y por otro, distintas enfermedades han mermado las poblaciones de conejos, con lo que los gatos han ampliado su espectro de depredación, cazando más invertebrados, aves y reptiles endémicos.

Según este colectivo, en los espacios naturales protegidos de la isla se ha constatado la captura, por parte de gatos asilvestrados, de jabubos (abubillas), codornices, tórtolas, alcaravanes, gallinuelas, pájaros forestales (pinzones, cabestrillos) y, sobre todo, aves marinas.

El caso de las aves marinas “es dramático”, advierte la Asociación para la Conservación de la Biodiversidad Canaria, pues se dan episodios de matanzas de pardelas en diferentes lugares de la isla como La Restinga, Tamaduste o Charco Manso, incidiendo sobre todo en aves jóvenes que están a punto de emprender su primer vuelo.

La asociación concluye que la biodiversidad de aves marinas de El Hierro “es incompatible con los gatos asilvestrados”, y añade que lo mismo sucede con el lagarto gigante, pues los felinos “impiden la recuperación de sus poblaciones en el medio natural y condicionan la gestión de esta especie en peligro de extinción”.

Recalca que la normativa ambiental europea y española “es clara al respecto” y cataloga al gato asilvestrado como especie invasora que es preciso controlar.

Por todos estos motivos, la asociación desaconseja la creación de colonias felinas en El Hierro, y que han sido habilitadas en El Tamaduste (Valverde), Las Playas (Valverde) y La Restinga (El Pinar).

“Aquí tenemos un grave problema: instalar colonias felinas y promover la presencia de gatos sueltos amenaza la esencia de estos espacios naturales, contribuyendo a la extinción de la fauna local”, advierte.

Por otro lado, añade, “no es edificante contemplar grupos de gatos pululando entre los contenedores de basura, tanto en las localidades mencionadas como en Orchilla, congregaciones que pueden suscitar problemas de salubridad e higiene”.

La asociación abunda en que las colonias felinas son “modelos impulsados desde entornos urbanos, contraproducentes en territorios con una naturaleza tan espléndida y vulnerable”.

Además, esgrime que el método CER (captura-esterilización-retorno) promueve una acción larga en el tiempo, representa “un esfuerzo económico elevado para ayuntamientos modestos y, en realidad, perpetua el número de gatos, pues siempre habrá personas propensas a soltarlos, ejemplares escapados y otros incorporados del medio natural”.

Como alternativa, propone aplicar para los gatos “el sistema que ha funcionado con los perros: en vez de fomentar colonias abiertas, se trata capturar y acoger a los felinos en recintos donde no puedan salir, con todos los ejemplares controlados”.

“Sólo en esas condiciones, con los gatos esterilizados recluidos en los recintos, la población descenderá en el tiempo”, concluye