El 80% de las gestantes a cuyo feto detectan Síndrome de Down aborta

El 80% de las gestantes a cuyo feto se le detecta Síndrome de Down entre las semanas 11 y 14 de embarazo, algo que es posible con una nueva técnica ecográfica y bioquímica, no agresiva como la amniocentesis, opta por abortar, frente a un 20 que deja que ese niño nazca.

Así lo afirmó este viernes la jefa de la Unidad de Medicina Materno-Fetal del Hospital Universitario Valle de Hebrón, Elena Carreras, quien participa en el III Curso teórico-práctico de ecografías en Obstetricia y Ginecología que organiza el Hospital Materno Infantil de Canarias.

El hospital grancanario es pionero en aplicar, desde hace tres años y a toda las gestantes, no sólo a las mayores de 35 años, esta nueva técnica no agresiva que permite el diagnóstico prenatal de alteraciones cromosómicas como el Síndrome de Down, que es la más frecuente y la que produce una mayor deficiencia mental.

La doctora Carreras destacó en una rueda de prensa el “trabajo excelente” y los “resultados punteros” a nivel europeo que ha obtenido el Materno Infantil con este programa, que ha permitido pasar de detectar en tres años en fase prenatal de un 45 a un 75% de los casos de Síndrome de Down.

Elena Carreras informó de que el avance que ha habido en los últimos años en el diagnóstico prenatal de las alteraciones cromosómicas ha consistido en “dejar de hacer amniocentesis en gestantes de más de 35 años, por el hecho de ser mayores, y hacer lo que se denomina un cribado ecográfico bioquímico a todas las gestantes, independientemente de su edad, a las 12 semanas de gestación”.

Este cribado, que es la técnica que implantó en 2004 el Materno Infantil de forma pionera en España consiste en realizar una ecografía “buscando características del feto que sugieran que tiene un Síndrome de Down y un análisis bioquímico para determinar una serie de marcadores que están alterados también” en esta alteración cromosómica.

Con los resultados de ambas pruebas diagnósticas se establece un riesgo de alteración cromosómico para la madre en concreto y, a partir de él, se plantea la necesidad o no de hacer una amniocentesis, dijo.

La doctora destacó que “el paso de pinchar sólo por edad a hacer el cribado representa hacer muchas menos punciones, que son técnicas agresivas” que “aunque se hagan muy bien” provocan que “se pierdan un 1% de las gestaciones”.

Carreras recordó que el Síndrome de Down “cursa con retardo mental y es uno de los supuestos en los que la ley permite interrumpir el embarazo”.

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