Las lágrimas negras de la cumbre de Gran Canaria
El silencio en los barrios y el olor a quemado se vuelven cada vez más intensos a medida que se acerca la cumbre, y tejen un escenario desolador que permite intuir el triste episodio que vivió la población grancanaria durante el incendio del sábado. Vecinas de Tejeda consideran que el fuego ha sido una llamada de atención para que las administraciones públicas presten más atención a la limpieza y el mantenimiento de los terrenos para evitar desastres de esta magnitud.
El estado de los animales era una de las grandes preocupaciones de las personas afectadas por las llamas: “Me pidieron que dejara a mis cabras sueltas y que yo me fuera, pero luché por traerlas conmigo. Primero van ellas y luego yo”.
Siga leyendo en este enlace.