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Gran Canaria subirá a alerta 3 si no mejora sus indicadores epidemiológicos: así están los datos de la isla este viernes

Porcentaje de casos de COVID-19 por población en la isla de Gran Canaria

Dácil Jiménez

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La isla de Gran Canaria pasará de nivel de alerta 2 a nivel 3 si no consigue cambiar la tendencia de sus indicadores epidemiológicos, que marcan una curva claramente ascendente desde principios de diciembre. Así lo anunció el Gobierno de Canarias, a través del consejero de Sanidad, Blas Trujillo, este jueves tras la celebración del Consejo de Gobierno monográfico sobre la evolución de la pandemia en el archipiélago.

Trujillo explicó que, mientras que la isla de Lanzarote pasaba a alerta 3 debido a su preocupante situación epidemiológica, la decisión respecto a qué hacer con Gran Canaria (y también con Tenerife) se posponía al sábado. Según Trujillo, lo que ocurra en estas 48 horas que separan la rueda de prensa del jueves de la que dé este sábado por la tarde determinarán si Gran Canaria sube de nivel, y también si Tenerife baja o se mantiene. El consejero argumentó que este virus se comporta “como una montaña rusa” y la situación de un lugar puede cambiar en poco tiempo, por lo que había que observar qué pasaba en estas dos islas en las horas siguientes: si Gran Canaria seguía empeorando y si Tenerife seguía doblegando su curva de contagios.

Indicadores en Gran Canaria

Los indicadores epidemiológicos en los que se fija en Gobierno canario para decretar un nivel u otro son los establecidos por la Comisión Interterritorial de Sanidad, en la que están presentes el Ministerio y las comunidades autónomas. Esos valores se dividen en dos bloques. El primero incluye indicadores de transmisión, y son la incidencia acumulada a siete y 14 días, la incidencia a siete días en personas mayores de 65 años, la trazabilidad y la capacidad de rastreo. El segundo bloque muestra la capacidad asistencial e incluye los indicadores de ocupación de camas UCI con pacientes COVID-19 y la ocupación hospitalaria con pacientes COVID (camas no UCI).

Para decretar los niveles de alerta, un territorio debe tener al menos dos indicadores del primer bloque en riesgo, y al menos uno del segundo.

La situación en Gran Canaria, a día 13 de enero, muestra que en riesgo alto se encontraban la incidencia a siete días, así como la la incidencia a siete días en mayores de 65 años; la positividad estaba en riesgo medio; y la trazabilidad, en riesgo bajo. Del segundo bloque, la ocupación de camas no UCI estaba en riesgo bajo y la de camas UCI, en riesgo medio.

El Gobierno de Canarias no ha considerado suficientes estos datos para tener que elevar el nivel de alerta en la isla, que supondría ampliar el toque de queda y limitar aún más el aforo en comercios y restaurantes, así como permitir que estos funcionaran solo en sus terrazas, con el consiguiente cierre de las barras y comedores.

Curva de contagios

Ahora bien, observando la curva de contagios y la curva de la incidencia acumulada a siete y 14 días, se aprecia una tendencia claramente ascendente que, de hecho, se ha agudizado en las últimas dos semanas, coincidiendo con la resaca de las fiestas navideñas.

La isla casi ha duplicado su incidencia acumulada a siete días desde el 1 de enero, ya que ha pasado de casi 49 casos por cada 100.000 habitantes a 87,4 casos solo dos semanas después, lo que supone una subida de casi el 90%.

En cuanto a los contagios diarios, se ha pasado de un predominio claro de casos en Tenerife, que copó alrededor del 80% de los casos diarios en las islas durante varias semanas, a que Gran Canaria la supere ampliamente cada jornada. Los datos más actuales, los de este jueves, son un ejemplo de ello: Gran Canaria registró 127 de los 357 totales del archipiélago, mientras Tenerife sumó 93, una situación que se viene repitiendo desde hace varios días, en los que Tenerife ha comenzado a reducir de forma notable su curva de contagios. Son los efectos de tener las restricciones más severas de todo el archipiélago desde mediados de diciembre, cuando la isla se cerró a los visitantes (salvo excepciones establecidas en la ley) y amplió su toque de queda y limitaciones a la hostelería y el comercio.

En la gráfica puede observarse cómo la IA a siete días ha descendido drásticamente en Tenerife hasta rozar la barrera de los 50 casos, mientras que la de Lanzarote (328), Fuerteventura (108) y Gran Canaria (87,4) han aumentado en pocos días hasta superarla. Especialmente llamativo es el caso de Lanzarote, con una IA disparada hasta los 328 casos por cada 100.000 habitantes, una cota nunca alcanzada por esta isla, ni por ninguna otra del archipiélago, en lo que va de pandemia.

El Gobierno de Canarias observará no solo esta curva, sino también el resto de indicadores, para decidir si finalmente Gran Canaria debe pasar a nivel 3 de alerta y frenar la situación antes de que esta se agrave. Las próximas 24 horas serán, por tanto, determinantes, aunque tal vez insuficientes para que el panorama cambie en la isla y esta no suba de alerta.

Al respecto, el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha apuntado este viernes que la decisión de si Gran Canaria sube de nivel o se mantiene se ha aplazado al sábado porque es cuando se cumple una semana de su entrada en el nivel 2, por lo que debido a que han sido “pocos los días en ese nivel 2, mañana se actualizarán los informes”. Así, “si la tendencia es que sigue empeorando mañana, es posible que se decida que del domingo al lunes puede pasar a nivel 3”.

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