Johanna Jaskowska, la creadora del primer filtro de belleza en Instagram: “Quiero llevar mi trabajo al mundo físico”
Johanna Jaskowska, parisina de 32 años, tuvo un intenso fin de semana en Sevilla. Invitada al encuentro Offf 2025, la creadora participó en varios coloquios, se reencontró con varios colegas, asistió a la inauguración de una amiga suya, atendió entrevistas y pudo pasear por la capital hispalense con su hija de apenas dos años. “Conozco a mucha gente aquí, pero nunca había venido antes. Es una ciudad encantadora, y mi paso por el Offf ha sido una gran experiencia”, comenta esta artista, experta en moda digital, filtros, RA, IA y diseño especulativo, que ha trabajado con estrellas mundiales y marcas de primera línea.
En su encuentro con los asistentes, Jaskowska explicó sus orígenes y el modo en que los años 90 fueron un campo abierto para la experimentación. Asegura que creció con un ordenador delante y una Dreamcast, y una precoz inclinación por los videojuegos, hasta que se graduó en Bellas Artes en París y comenzó a tantear el Vjing y el video mapping. “Me he criado con el principio de las nuevas tecnologías, de los ordenadores e internet. Fue una época muy creativa, muy rebelde y en internet se podía hacer muchas cosas, porque el principio de todo. Eso ha configurado mi mentalidad y me ha dado perspectiva”.
Eso aunque, reconoce, las dudas también formaron parte de su aprendizaje. “Cuando empiezas, ni si quiera tú entiendes muy bien lo que haces, pruebas cosas y temes no encajar, tienes muchas inseguridades y luego está la presión de ganarte la vida, quieres tener un trabajo normal… Tuve la suerte de encontrarme entonces con un director creativo que me dijo: no, no tengas miedo de no encajar, confía en tu fuerza creativa, y que te dé marca. A lo largo de los años he aprendido a sentirme segura con esa parte de mi mentalidad, con mi manera de crear”.
Puente entre dos mundos
“Cuando he mostrado en Sevilla ejemplos de trabajo que he hecho a lo largo de mi trayectoria, pueden parecer bastante diferentes, pero cuando entiendes todo el recorrido y lo que me ha inspirado en cada etapa de mi vida y de mi carrera, vas entendiendo cómo el hilo conector que conecta un poco todas esas etapas de mi evolución. Siempre he buscando transmitir como sensaciones que no se pueden explicar con las palabras y a la vez hacer trabajos que provocan discusiones o que invitan a la gente a imaginar o pensar como podría ser el futuro”.
En ese largo camino hay un hito fundamental, en el año 2019, cuando Jaskowska patentó Beauty3000, el primer filtro de belleza en Instagram: una máscara futurista que dio la vuelta al mundo. Para entender aquella extraordinaria repercusión, según la artista “hay que ponerse en el tiempo de aquel boom los filtros. Entonces la realidad aumentada y los filtros estaban anclados en un mundo muy tacky, muy de perritos, de caras graciosas o relacionado con el mundo de los videojuegos, pero sin gusto por la moda o la belleza. Nunca nadie había hecho como el puente entre estos dos mundos”.
Era el momento, también, en que “lo estaba petando con los influencers de moda, con los Kardashian, con el mundo fashion, era también el principio de los make up artists... Como plataforma de imagen, Instagram al principio era más para fotógrafos, para gente que hace imagen o para gente que quiere mostrarse, enseñarse. Aquellos filtros de Instagram trajeron un toque muy arte, moda, fashion, belleza, algo completamente nuevo que nunca nadie había pensado o enseñado”, dice. “Por otro lado, la gente que tocaba la realidad aumentada eran los nerds, los desarrolladores de videojuegos o webs, que no suelen tener sensibilidad artística o hacia la moda o la belleza. Yo hice aquello sin saber que tendría tanto sentido o tanto éxito. Lo hice para mí, porque para mí tenía sentido”.
Permiso para quejarse
Lo cierto es que la vida de Jaskowska entró en una nueva fase. Pasó de tener unos miles de seguidores, a tener más de medio millón en redes. Ese mismo año 2019, cocreó la primera prenda de alta costura digital, que se vendió en blockchain por 9500 dólares. Su teléfono empezó a sonar con potenciales clientes con los que antes ni siquiera había soñado. “Yo solo llevaba tres o cuatro años de vida laboral en una agencia, nunca había trabajado a ese nivel con marcas tan altas. Tuve que aprender todo muy rápido, de manera muy intensa, y vi que todo tiene dos caras. Pagué un precio, por supuesto. De repente todo el mundo quiere ser tu amigo, y no te puedes quejar de nada porque la gente te responde, ‘¿Qué dices? Tienes un éxito de puta madre’. Nadie se daba cuenta de que fue una temporada muy dura”.
“A día de hoy estoy más estable, al principio de este año la plataforma Meta ha quitado los filtros de Instagram, de modo que he tenido que reinventarme. Lo bueno es que nunca he hecho solo una cosa en mi vida, así que siempre he tenido recursos. Si tu trabajo está atado a una gran empresa, con el mundo que cambia tanto, pues todo puede hundirse de un día al otro”.
Al cabo de estos años, Jaskowska ha trabajado para Billie Eilish, J Balvin, Lady Gaga, Farfetch, Armani, Givenchy Beauty, Valentino Beauty, Mercedes-Benz o Nike, entre muchos otros. Ha montado un estudio creativo en Carabanchel, Madrid, que ha bautizado como PATIO, “que es chulísimo”, y donde cuatro creativos “trabajamos en la imagen y sobre todo en concepto, narrativa e imágenes, hacemos dirección creativa global y muchísima inteligencia artificial mezclada con fotografía y vídeo”.
Ningún miedo, pues, a las últimas tecnologías. “Cuando algo nuevo que aparece, mi primera reación es meter mis manos ahí y ver lo que se puede hacer con esas herramientas. Porque ideas tenemos miles, pero de vez en cuando, es complicado producirla técnicamente. Cada herramienta te va a ayudar a producir un proyecto de una manera diferente”.
Romper la burbuja
Sobre sus ilustres clientes, subraya que “en realidad, lo que me importa no es tanto el nombre de la marca o del artista con el que voy a trabajar. Obviamente, si me llama Beyoncé me pongo muy contenta, pero lo que me importa es el proyecto tal cual, si tengo oportunidad de hacer algo chulo o no. Hay proyectos que vienen de una marca increíble, pero no es una estética que te cuadre, y entonces lo haces para el dinero. Te pones como una rata a producir. Pero cuando es un proyecto donde puedo expresarme, hacer algo chulísimo y que además estoy bien pagada, pues eso sí que para mí es lo más importante”.
A la hora de pensar en alguien para quien le encantaría trabajar, cita a Isamaya Ffrench, “una make-up artist que me gusta muchísimo”, dice. “Y bueno, ya he hecho un filtro para Lady Gaga, pero me encantaría trabajar en otras cosas con ella”. En cuanto a los retos a corto plazo, lo tiene claro: “Quiero empezar a hacer prints, impresiones de arte. Llevar mi trabajo al mundo físico. Y ahí se está cocinando en mi cabeza la idea. Cuando esté lista, me pondré a producir”.
Tras el éxito de los filtros, Jaskowska se ha volcado mucho en el diseño especulativo, una disciplina que consiste en “diseñar un objeto que podría existir en 5, 10, 20 años, pero que a día de hoy no existe”.
Por último, un consejo para las johannas que empiezan ahora, en 2025. “Les diría que da igual todo. Da igual si no encajas, da igual que la gente te juzgue, da igual si… Adelante. A probar, a jugar. Fin. Muchas veces las barreras nos las ponemos nosotros mismos, nos encerramos en nuestra burbuja, somos muy exigentes y nos bloqueamos solos. No hay que complicarse más en la vida”.
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