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El Gobierno de Almeida zanja la queja por calor que un colegio puso en septiembre instalando aire solo en la conserjería

Exterior del CEIP Nuestra Señora de la Paloma, en el centro de Madrid

Lourdes Barragán

Madrid —

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Pasar calor en clase es una constante en el septiembre y junio madrileño. Pero este curso el clima volvió a ser extremo, hasta el punto de resultar casi incompatible con la actividad académica. Un ejemplo es el del colegio Nuestra Señora de la Paloma, en pleno centro de Madrid. Una inspección laboral sobre el centro advirtió al final del verano que las temperaturas estaban por encima de la media en la mayoría de estancias y recomendó actuar “en todas las aulas”. Hace poco, en el centro recibieron un mensaje del Ayuntamiento que dirige Martínez-Almeida. Anunciaba una reforma inminente, pero no la que esperaban: solo afectará al cuarto del conserje.

Las clases de Infantil, el salón de actos o el comedor quedan fuera de los trabajos y eso ha enfadado a las familias. “No es razonable que, existiendo un informe técnico que alerta de riesgos para la salud y recomienda climatizar las aulas, se priorice una dependencia administrativa frente a los espacios donde pasan cada día la jornada lectiva nuestros hijos e hijas”, sentencia un escrito firmado por su AFA (Asociación de Familias del Alumnado) y dirigido a la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades.

Los representantes de las familias enfatizan que otros espacios educativos “siguen sin ningún sistema de refrigeración adecuado” a las temperaturas extremas del verano o, próximamente, las del invierno. Resaltan su “preocupación por la climatización del centro” y solicitan que se actúe “de urgencia” para anteponer el bienestar de los menores. La actuación del Ayuntamiento consiste fundamentalmente en colocar un aparato de aire acondicionado en el posi, donde se afinca el personal de servicios internos: los conserjes.

Los servicios técnicos del Ayuntamiento informaron a través de email del inicio de unas obras “de mejora y conservación” de los posis en varios centros centros educativos, entre ellos el CEIP Nuestra Señora de la Paloma; aunque desde el colegio reclacan en que el cambio fundamental será instalar un único aire acondicionado. “Agradecemos cualquier mejora en el edificio; sin embargo, ese espacio no es de uso educativo y solo afecta a dos personas trabajadoras”, sentencia la AFA en su comunicado a la Consejería de Educación.

Agradecemos cualquier mejora en el edificio; sin embargo, ese espacio no es de uso educativo y solo afecta a dos personas

Asociaciones de Familias de Alumnos (AFA) Carta a la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades

Desde la dirección del centro apuntan en el mismo sentido. La directora del colegio, Sandra Valiente, se ha plantado ante la noticia. “Si lo traen, me encadeno”, asegura al otro lado del teléfono respecto al sistema de refrigeración que, en principio, va a instalarse solo en la conserjería. El pasado mes de junio fue “insufrible” para alumnos y docentes, un punto de inflexión que les llevó a presentar una denuncia a la Inspección de Trabajo, de la que surge el informe que recomienda actuar primordialmente en las aulas.

La directora afirma que hace años desde la última inspección y, en esta ocasión, la visita se efectuó en septiembre. El calor ya no era insoportable, pero algunas mediciones sí detectaron altas temperaturas. Sandra Valiente lleva desde 2022 al frente del equipo directivo y antes ya era docente en el centro, así que se siente conocedora del día a día en las instalaciones. “He solicitado mejoras en dos puntos estratégicos mínimos, el comedor y las aulas de tres años: son los más vulnerables”, reitera, colocando ahí su baremo.

En el comedor, por ejemplo, se concentran a lo largo del día unos 480 niños y niñas, repartidos en dos turnos. Desde el colegio recuerdan que han temido desmayos en esta zona a causa del calor o la concentración de escolares, y reprochan a las administraciones que “se pasen la pelota unos a otros” para plantear una revisión integral de los sistemas de refrigeración en centros educativos.

El Ayuntamiento dice que eso es cosa de la Comunidad de Madrid, porque tiene las competencias en Educación. Y los segundos te responden que el mantenimiento del edificio lo gestionan los otros

Sandra Valiente Directora del CEIP Nuestra Señora de la Paloma

“El Ayuntamiento dice que eso es cosa de la Comunidad de Madrid, porque tiene las competencias en Educación. Y los segundos te responden que el mantenimiento del edificio lo gestionan los otros”, manifiesta con hartazgo la directora del CEIP, que alude a la fina línea que separa a veces el reparto de competencias en asuntos públicos. En la capital, los edificios de los colegios son propiedad del consistorio pero los que trabajan en él dependen del gobierno regional.

Al inicio de esta semana no habían obtenido respuesta a otro requerimiento que, desde el propio equipo directivo y al igual que las familias, enviaron a la Consejería de Emilio Viciana. En él exigían que la instalación prevista en el cuarto del conserje “no se ejecute antes de atender estas necesidades prioritarias”, dado que se trata de una dependencia “sin uso educativo y con impacto limitado”. Sandra Valiente explica que los dos únicos trabajadores que la utilizan van y vienen de la estancia, por lo que ni siquiera permanecen en el cuarto durante toda la jornada. “Pedimos un plan de climatización integral que garantice unas condiciones térmicas adecuadas durante todo el curso escolar”, concluye el texto que envió desde el equipo directivo a la Comunidad de Madrid. De momento, permanecen a la espera de una respuesta definitiva.

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