Mejorar salarios y la conciliación: más voces apuestan por modernizar el sector de la construcción ante la “alarma” por no encontrar trabajadores

Archivo - Dos obreros durante la construcción de una obra - Eduardo Parra - Europa Press -

Jennifer Jiménez

Las Palmas de Gran Canaria —

3

Los constructores y promotores de Las Palmas llevan tiempo advirtiendo de que no encuentran personal para sus obras y hace unas semanas llegaron a anunciar que contratarán a trabajadores extranjeros, de países como Chile y Perú para solventar esta situación. La presidenta de la patronal, María de la Salud Gil, aseguró que los alojarán en viviendas prefabricadas. Los sindicatos CCOO y UGT ya han asegurado que el problema es que el sector ha dejado de ser atractivo y han asegurado que los salarios se encuentran estancados y las condiciones laborales no se mejoran.

Preguntado por este asunto al Colegio de Graduados Sociales de Gran Canaria y Fuerteventura (Grasolpa), el decano Fermín Ojeda Medina explica que el anuncio de la patronal de traer trabajadores de Chile o Perú debe leerse como “un síntoma, no como una solución estructural”. “No estamos ante una mera ”escasez de mano de obra“, sino ante una desconexión entre oferta y demanda que requiere un análisis más profundo”, añade.

“Como Colegio, entendemos que la internacionalización del mercado de trabajo es una realidad, pero también defendemos que es prioritario explorar por qué, teniendo aún tasas de desempleo importantes en las Islas, ciertos sectores no logran atraer a trabajadores locales. Hay factores de fondo que no se pueden ignorar: condiciones laborales, percepción social del empleo, estabilidad, salud laboral y también cultura del esfuerzo”, sostiene.

Ojeda sostiene que “muchos jóvenes no perciben hoy la construcción como una opción atractiva, ni segura ni estable. El sector ha perdido atractivo, entre otras cosas, por una precarización que se ha intensificado en los últimos años: temporalidad, subcontratación en cadena, bajos salarios y poca posibilidad de crecimiento profesional”,

Destaca que antes de la crisis de 2008, el sector ofrecía “una sensación de estabilidad y de progreso”. “Era sinónimo de empleo casi inmediato y se vinculaba a una economía en expansión. Se trabajaba mucho, sí, pero también se percibía que había recompensa. Hoy, en cambio, muchos lo identifican con precariedad, riesgo físico y escasa protección”, destaca el decano.

A juicio del colegio, “recuperar esa visión positiva no pasa solo por ”reclamar esfuerzo“, sino por ”dignificar el empleo, garantizar derechos, mejorar salarios y facilitar la conciliación“. ”Hay que hacer de la construcción un sector moderno, con oportunidades reales y compatible con un proyecto de vida digno“, añade Ojeda.

El colegio entiende que el reto principal es “reconstruir el prestigio del oficio”. Eso implica abordar varios frentes: mejorar las condiciones laborales, reforzar la formación profesional específica, adaptar el sector a los nuevos tiempos (digitalización, sostenibilidad, eficiencia energética) y ofrecer una carrera profesional clara y digna. Además, considera que habría que “revisar los incentivos a la contratación, facilitar la incorporación de jóvenes, fomentar la igualdad en un sector aún muy masculinizado y acompañar todo ello de campañas institucionales que pongan en valor el trabajo manual cualificado”.

La construcción, a la cabeza de la siniestralidad laboral

Este mismo miércoles se han conocido los datos de siniestralidad laboral en Canarias. Los accidentes han caído un 3% pero han aumentado los graves y los mortales. El sector de la construcción es el que registra una mayor incidencia, con 459,71 accidentes por cada 100.000 trabajadores.

Fermín Ojeda subraya que “sin duda, (la siniestralidad laboral) es uno de los grandes desafíos pendientes. No se puede seguir naturalizando la siniestralidad. Cada accidente, cada vida truncada, debe interpelarnos como sociedad. La prevención debe ser una prioridad, no un trámite administrativo”.

“Es necesaria más formación, más recursos, más inspección y más corresponsabilidad por parte de todos los agentes implicados: empresas, administración, profesionales y trabajadores. Pero, sobre todo, hay que fomentar una auténtica cultura de la seguridad”, incide.

El absentismo, en el que se incluyen bajas justificadas

Otra de las cuestiones que la patronal pone constantemente encima de la mesa es el absentismo. Sin embargo, los sindicatos afean a la patronal que mezcle al incluir las bajas justificadas y permisos cuando se habla de ello. UGT y CCOO insisten en que también debe hablarse de salud laboral. “Aquellas empresas que tienen buenos salarios y condiciones tienen bajos índices de absentismo (teniendo en cuenta que el absentismo no son las bajas ni los permisos ni las vacaciones)”, destacó UGT en un reciente reportaje en Canarias Ahora.

Para el Colegio de Graduados Sociales, “el absentismo es un fenómeno creciente y generalizado en múltiples sectores, no solo en la construcción. La dificultad viene cuando se incluye en ese concepto tanto las bajas justificadas como las que son abusivas. Y en eso, el sistema tiene que evolucionar”. Consideran que es necesario “reforzar el control y seguimiento de las bajas médicas, y ahí las mutuas pueden jugar un papel clave. Muchas veces, la lentitud en la tramitación o la falta de control permite que se perpetúen situaciones de abuso, conocidas por todos pero difíciles de probar”.

Fermín Ojeda señala que en el colegio son “plenamente conscientes de que vivimos una sociedad con más ansiedad, más presión y más fragilidad emocional. Pero también observamos con preocupación que algunos profesionales sanitarios, por prudencia o miedo a ”cogerse las manos“, extienden bajas por depresión o ansiedad sin una evaluación profunda”. Y cree que las mutuas deberían colaborar en el seguimiento de estos casos.

Por su parte, el sindicato CCOO ha lanzado una campaña este verano contra “el mal llamado absentismo” bajo el título “No me llames absentismo, llámame derechos”. El sindicato ha recordado que Canarias es de las comunidades donde las bajas duran menos días. En concreto 44.44 días de media, cuando hay comunidades como Extremadura que suman 77,71 días y la media nacional es de 39,49 días.

Carmen Marrero, secretaria de Salud Laboral de CCOO Canarias, destacó en una rueda de prensa el pasado mes de julio que con este asunto “hay un ataque tan directo a la clase trabajadora de este país”. “Lo que hay es un sufrimiento humano de personas trabajadoras que están de baja porque están pasando un proceso en el que tienen que recuperar su salud y para nosotros es muy importante que recuperen su salud y que se puedan incorporar a su puesto de trabajo. Por tanto, nosotros no vamos a negar el debate y eso es lo que nos trae hoy aquí. Lo que hemos hecho es una campaña que pretende contrarrestar ese discurso que se ha extendido”, aseguró.

Etiquetas
stats