El péndulo de Bowie
Todo lo que vemos es sólo parte de la verdad. Es lo que debe pensar “Bowie” cuando me escruta con su ojo verde, mientras su ojo azul mira para otro lado.
Posee la misma cualidad de los camaleones de poder virar un ojo independientemente del otro.
Pero cuando mira de frente su metralla de luz de dos colores se convierte en la herramienta perfecta de su dueña para iniciar la hipnosis de sus pacientes. Gracias a él consigue sacar la otra parte de la verdad, la que esconden ellos detrás de sus ojos.
Su mirada se convierte en un péndulo que adormece, atraviesa el ronroneo y abre de par en par las puertas del subconsciente.
Él es el éxito de su dueña.
En el diván, tras una hora dormida, despierta de su siesta la terapeuta con Bowie sobre su pecho. “Todo lo que he soñado es sólo parte de mi mentira”, le dice a su gato, mientras lo acaricia lentamente, al tiempo que él cierra los ojos.
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