De rechazar una tasa turística a gravar con un impuesto a los conductores locales: el giro fiscal en el Cabildo de Tenerife
Bajo el nombre de céntimo forestal, el Cabildo de Tenerife (CC-PP) anunció el pasado miércoles su intención de implantar un nuevo impuesto a finales de año a todos los conductores (exceptuando a los de mercancías y profesionales) en la isla. Se trata de un gravamen sobre los carburantes que, según la corporación insular, se usará para proteger los espacios naturales de la isla, a la vigilancia de los montes, a restaurar zonas degradadas y a evitar la desertificación.
Sin embargo, han sido precisamente ambos partidos, socios tanto en el Gobierno de Canarias como en numerosas administraciones locales del archipiélago, los que en diversas ocasiones han rechazado implantar una tasa turística que grave las pernoctaciones en hoteles de las islas y que esta sea finalista, es decir, que su recaudación se destine a objetivos fijados previamente, como la protección de los espacios naturales de Canarias.
Entre los argumentos están que disminuiría la llegada de turistas (lo que se ha demostrado falso en aquellos lugares donde ya existe); la dificultad para distinguir entre residentes y visitantes; o el riesgo de discriminación, ya que la misma presidenta insular señaló que no se podía penalizar a quienes tuvieran que venir a la isla por motivos obligados, como tratamientos médicos.
En este sentido, el Cabildo de Tenerife rechazó el pasado mes de mayo una moción del Grupo Socialista con la que se pretendía implantar una ecotasa turística en la isla, una medida con la que Rosa Dávila, la presidenta de la Corporación, se mostró abierta al debate días previos a la manifestación del 18 de mayo convocada contra el turismo de masas y la saturación en las islas, actitud que incluso, el vicepresidente de la corporación, Lope Afonso (PP), en una entrevista concedida a Mírame TV, tachó de “giro oportunista” por parte de su socia de gobierno.
Finalmente, la propuesta fue tumbada con los votos en contra de CC, el PP y Vox, lo que fue calificado por la oposición como una “incoherencia, dejando en evidencia el oportunismo político del grupo de gobierno insular”, a la vez que acusó a la presidenta tinerfeña de “mentir a la ciudadanía” asegurando que apoyaría la ecotasa para los turistas, para “inmediatamente después, rechazarla en el pleno del Cabildo”.
De esta manera, tanto CC como PP han dado un giro en sus posturas fiscales. Ambos partidos han defendido las bajadas de impuestos, y concretamente del IGIC, cuya rebaja era una promesa electoral, pero desde que comenzó la legislatura han expuesto diferentes argumentos, calificados de “excusas” por la oposición, para no acometer esta medida.
Y es que, precisamente, en su momento, la excusa que ofreció la consejera de Turismo del Ejecutivo regional, Jessica de León (PP), para desechar la tasa turística en Canarias fue que se trata de un impuesto que supondría “saquear a los canarios” porque solamente “es sostenible para el Gobierno”.
Ahora bien, con esta medida, con la que Rosa Dávila afirma que es “medioambiental, no recaudatoria” [y que recaerá en los conductores locales no profesionales]; se gravarán hasta dos céntimos por litro de combustible, y será aprobada próximamente en un pleno del Cabildo, cuyo objetivo, según la presidenta insular, es “penalizar” el uso del vehículo privado, pues “Tenerife tiene uno de los índices de motorización más altos del mundo, con más de 800 coches por cada 1.000 habitantes”.
Por su parte, el Grupo Socialista en Tenerife, denunció que este nuevo impuesto “recaerá directamente sobre las familias y trabajadores de la isla”, y volvió a criticar los cambios de postura de ambos partidos que “han vetado sistemáticamente la puesta en marcha de una ecotasa que pagarían exclusivamente los turistas”.
“¿A qué intereses responde Rosa Dávila? A los de las familias tinerfeñas es evidente que no”, se ha preguntado la secretaria general del PSOE en el Cabildo insular, Tamara Raya.
Ahora, vemos con asombro cómo quienes rechazaban una y otra vez la ecotasa para turistas, no tienen reparos en aprobar un nuevo impuesto directo para quienes vivimos en Tenerife, bajo el nombre de céntimo forestal, que pagaremos cada vez que llenemos el depósito de nuestros vehículos.
Por último, desde la oposición en el Cabildo reclaman que “proteger nuestro territorio y luchar contra el cambio climático es una prioridad para el PSOE de Tenerife, pero la factura no puede recaer solo en quienes vivimos en este paraíso. Si realmente queremos un modelo sostenible, debe ser justo y equilibrado, y quienes disfrutan de la isla unos días también tienen que aportar para cuidarla”, concluye la secretaria general.
2