Los representantes de los trabajadores todavía están que se suben por las paredes tras enterarse de que Poveda, el famoso Poveda, ha sido nombrado presidente de La Caja Tours, la agencia de viajes de esta entidad pública. Cuando pidieron una explicación a la dirección, la respuesta fue lacónica, a la par que colorista: es que nadie quería el puesto y Poveda se presentó voluntario. Y olé. Nadie se opuso en el consejo de administración de La Caja, y nadie se interesó por encontrar a una persona que tuviera un perfil profesional acorde con el puesto, como exige de un tiempo a esta parte la dirección general de La Caja, que además busca siempre figuras con “conocimientos, categoría, prestigio personal, etcétera”. Para colmo, el nombramiento se produce a quince días de que Poveda cese como consejero de La Caja, lo que, unido a todo lo demás, lleva a la UGT a decir que “ni el nombrado podía llegar a más ni La Caja Tours a menos”. ¿Fuerte, eh?