Los malos humos de Soria, cada vez que pisa territorio comanche, le traicionan. Su jornada de este lunes en Agüimes fue clamorosa porque, además de despedir a las bravas al gerente del polígono, tuvo un rifi-rafe verbal con Carmelo Padrón, uno de los dos representantes del Sepes en el consejo de Arinaga, además de no permitir votar al alcalde de Agüimes, Antonio Morales, alegando que para eso tiene un auto que le acredita que el presidente es él y que el municipio, como Administración actuante, no tiene ese derecho. Sin embargo, es más que probable que el Sepes recurra en alzada el consejo de este martes y que el Ayuntamiento sureño invalide de modo ejecutivo la reunión.