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El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

La semana que Clavijo acabará sin imputaciones

Fernando Clavijo. EFE/Ángel Medina G.

Carlos Sosa

Se le acaba el vía crucis judicial a Fernando Clavijo, alcalde de La Laguna y candidato a la Presidencia del Gobierno por Coalición Canaria. Tan sólo cinco meses después de que se le notificara su imputación por varios delitos en el caso Corredor, la parte de ese sumario que le atañe a él y a otros concejales de su Ayuntamiento quedará finiquitada esta semana. Al menos con carácter provisional. Este mismo jueves está previsto que se notifique a las partes el auto por el que la jueza que está ahora al frente de la instrucción, Ana Serrano, de por anuladas las escuchas telefónicas realizadas en septiembre y octubre de 2010 al no haberse ordenado mediante un auto de la juez que por entonces estaba al frente del Juzgado de Instrucción número 1 de La Laguna. Esas escuchas comprometían al candidato nacionalista al detectarse algunos comportamientos que pudieran relacionarse con la prevaricación y el tráfico de influencias, tanto en lo referido a los tratos de favor en la noche lagunera como a licencias y autorizaciones otorgadas de manera no reglada. Pero, tras ese auto de nulidad de escuchas, la juez notificará el viernes a las partes otra resolución por la que procederá al sobreseimiento provisional de la pieza del caso Corredor que afecta a Fernando Clavijo al hacer suya la postura de la fiscal anticorrupción, María Farnés Martínez, de rebajar a la condición de “ilícito administrativo” los presuntos delitos cometidos al haber proporcionado ayudas a personas de la urbanización Las Chumberas que no las merecían. Eso significa que, junto a Clavijo, se librarán de esa situación procesal las concejalas Blanca Pérez (CC) y María José Castañeda (PSOE), encartadas precisamente por esta parte del sumario referida a la urbanización Las Chumberas.

Ni un reproche a Pamparacuatro

Los recursos interpuestos por las acusaciones particulares y por algunas defensas para tratar de reorientar a su interés el caso Corredor se han estampado invariablemente con la negativa de la jueza instructora y con las resoluciones de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, que los ha desestimado uno tras otro. La postura de la Fiscalía Anticorrupción de desistir de este proceso explica su final, aunque haya sido el Ministerio Público quien lo iniciara mediante querella a raíz de las investigaciones que se seguían (y continuarán) en relación a la noche lagunera y las andanzas chiripitifláuticas de ese emprendedor tan venerado de nombre Evaristo González. Conviene recordar llegados a este punto que ni uno solo de los autos y escuchas ahora anulados fueron de la etapa de Pamparacuatro, al que la Audiencia Provincial no ha conseguido cogerle en un solo renuncio, lo que recalcamos especialmente ante el sonido de afilado de colmillos que estamos oyendo allí, al fondo, por parte de los que creen que este magistrado es una calamidad que no sabe instruir una causa penal. Ya les decíamos ayer aquí mismo que en Unión sólo le han anulado el auto que hacía la puñeta a un protegido de la Casa Real, y que lo hicieron con trampas, y en este otro asunto, Corredor, lo más lejos que ha llegado la Audiencia es a decirle que tanto tiempo de instrucción puede desembocar en dilaciones indebidas, lo que ocurre cada dos por tres en la justicia española sin que nadie se rasgue la toga. Pamparacuatro seguirá siendo noticia los próximos días, permanezcan atentos.

Jugando con el mar canario

Pueden haber pasado de cincuenta las veces que José Manuel Soria se dirigió a la ciudadanía canaria para recordarle el peligro que sufren las costas canarias con el paso de buques tanque con petróleo y otras sustancias peligrosas y amenazantes para el rico ecosistema marino que nos rodea. Trataba con esa advertencia de restar peligrosidad (o al menos de hacer equiparaciones absurdas) a las tareas de búsqueda de hidrocarburos que se empeñó febrilmente desarrollara Repsol en aguas próximas a Lanzarote y Fuerteventura con el resultado por todos conocido. Era uno de sus argumentos favoritos y de los más jaleados por sus seguidores, ensimismados ante las geniales ocurrencias de su líder espiritual y político. Las boberías de Soria y sus mariachis suelen tener un recorrido muy corto, como acaba de demostrarse este mismo miércoles a escasas quince millas de Maspalomas, porque lo que allí ha pasado no ha sido que un superpetrolero haya roto su doble casco (ahora obligatorio tras la tragedia del Prestige) sino por una cada vez más evidente negligencia de autor desconocido, un barco pesquero se ha hundido llevando en sus tanques 1.400 toneladas de fuel de navegación. Capitanía Marítima, a quien se atribuye por el momento la decisión de remolcar el barco en dirección al Puerto de La Luz, depende del Ministerio de Fomento del Gobierno de España, es decir, del mismo en el que se sienta el ministro que decía que los peligrosos eran los petroleros. Se trata de una decisión que se asemeja bastante a la que tomaron homólogas autoridades en las costas gallegas ante el naufragio del Prestige: que si primero lo alejamos, que si después lo acercamos, que si palante, que si patrás, y todo acabó de la manera que todos recordamos, con unos hilitos de plastilina, sin que ni un solo mandarín asumiera una puñetera responsabilidad.

Apagón informativo

Es evidente que el caso del Oleg Naydenov nada tiene que ver en sus proporciones con el Prestige, pero lo que sí está ocurriendo ya es que esas 1.400 toneladas de fuel ya navegan a muy pocas distancia de una costa sensible que, además, baña a una de las ciudades turísticas más importantes de España, Maspalomas. Mientras el pesquero ruso estuvo bajo la égida de la Autoridad Portuaria de Las Palmas sabíamos lo que allí pasaba, es más, veíamos desde la bahía de La Luz las operaciones de los remolcadores tratando de sofocar aquel incendio. Pero desde que Capitanía Marítima asumió las tareas de llevarlo a alta mar, decisión por otro lado más que justificada, se produjo el tradicional apagón informativo al que este Gobierno del PP nos tiene acostumbrados. La delegada del Gobierno, María del Carmen Hernández Bento, siempre tan diligente, negó ese apagón, para lo que se valió de la existencia de un comunicado de prensa. Falta más información, eso parece evidente. Porque si fue absolutamente justificado llevarse el barco fuera de la bahía para evitar peligros al puerto y a la ciudad, convendría contestar algunas preguntas que se han hecho instituciones y ciudadanos. Por ejemplo, por qué el primer destino fue frente a las costas de Fuerteventura, isla muy sensibilizada tras los atropellos de Soria. Por qué aparece luego más al sur. Por qué se toma la decisión de devolverlo al puerto sin haber comprobado su navegabilidad y, en su caso, sin haberle extraído previamente el fuel de sus tanques. ¿Existe un protocolo de hundimiento para estos casos? ¿Quién pagará todos los gastos de extinción, seguimiento y, lo que es peor, los daños que pueda ocasionar esta marea negra? Porque, casualidades del destino, este accidente se produce el mismo día que conocíamos que la investigación por el vertido que contaminó la costa de El Cabrón, en Arinaga, Gran Canaria, se ha cerrado sin responsables conocidos. Y eso que la delegada del Gobierno anunció a los pocos días que ya habían cazado al barco que había limpiado sus sentinas al pasar por allí. Queda demostrado que el peligro no son los petroleros ni los pesqueros que se prenden fuego. Los peligrosos son los que tienen la responsabilidad de gestionar este tipo de crisis.

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