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OPINIÓN | 'A paladas', por Antón Losada

Aplauso

En su rostro no se nota si está a favor o en contra: si la intervención es amiga, muestra una sonrisa abierta; si es enemiga, igual. Siempre afirma con la cabeza desde el escaño, así que parecería que se identifica políticamente de la misma manera con Pedro Sánchez y con Santiago Abascal. Evidentemente no es así, pero siempre se agradece una expresión relajada cuando el orador mira al patio de butacas, al banco azul en este caso.

No está mal esa actitud, aunque podría interpretarse como un escaso compromiso identitario teniendo en cuenta que es una de las ministras de este Gobierno, aún en funciones. “Aplaudes poco”, le reprochaba Miguel Ángel Rodríguez a José Luis López Medel cuando José María Aznar decía aquellas barbaridades desde el estrado del “centoecha”. López Medel acabó fuera, como Miguel Ángel Revilla está ahora mismo fuera de las amistades de Carmen Calvo. Ya lo decía Alfonso Guerra: “Quien se mueve no sale en la foto”.

Esa ministra, con beatífica imagen de feminista morena, muy de Romero de Torres, de finales del XIX, tiene que ser más partido. La independencia de un político inteligente se paga con el castigo de reflexionar sobre el azulejo negro, el que estaba junto a la papelera de todas las aulas del colegio en el que estudié, en dónde la disidencia se sancionaba con un castigo ejemplar por no aplaudir.

En su rostro no se nota si está a favor o en contra: si la intervención es amiga, muestra una sonrisa abierta; si es enemiga, igual. Siempre afirma con la cabeza desde el escaño, así que parecería que se identifica políticamente de la misma manera con Pedro Sánchez y con Santiago Abascal. Evidentemente no es así, pero siempre se agradece una expresión relajada cuando el orador mira al patio de butacas, al banco azul en este caso.

No está mal esa actitud, aunque podría interpretarse como un escaso compromiso identitario teniendo en cuenta que es una de las ministras de este Gobierno, aún en funciones. “Aplaudes poco”, le reprochaba Miguel Ángel Rodríguez a José Luis López Medel cuando José María Aznar decía aquellas barbaridades desde el estrado del “centoecha”. López Medel acabó fuera, como Miguel Ángel Revilla está ahora mismo fuera de las amistades de Carmen Calvo. Ya lo decía Alfonso Guerra: “Quien se mueve no sale en la foto”.