El decreto para alejar las macrogranjas de porcino de los pueblos es “claramente insuficiente”
El colectivo 'Stop Macrogranjas, Pueblos Vivos' ha afirmado que que el decreto anunciado por el consejero de Agricultura de Castilla-La Mancha para alejar las macrogranjas porcinas de los cascos urbanos dará tiempo “suficiente” para que se tramiten y aprueben granjas a menos distancia, ya que entrará en vigor dentro de 5 meses.
“Parecería que el Consejero esté animando a los promotores de macrogranjas porcinas a que presenten cuanto antes sus solicitudes”, explicó el colectivo formado por asociaciones como Ecologistas en Acción, que advierte de que podría haber una “avalancha” de solicitudes de proyectos a menos de los 2.000 metros. Por eso, piden a la Consejería que se pare temporalmente la concesión de estas autorizaciones hasta el momento que se apruebe el decreto.
Piden también que en el documento se incluyan otras medidas, “encaminadas al control in situ de la gestión de los purines”. Consideran que se trata de un anuncio “claramente insuficiente”, al incidir “únicamente” en uno de los problemas que se originan en las macrogranjas: los malos olores. Sin embargo, señalan que también hay otros aspectos “más impactantes” como las “ingentes” cantidades de purines que se producen: 15 millones de litros al año en una macrogranja de 7.000 cerdos de cebo.
El colectivo explica que los purines tienen un alto contenido en nitrógeno, lo que obliga a distribuirlos por una amplia superficie agrícola para evitar la contaminación del agua subterránea. Y en este sentido, señalan que la Consejería no ha establecido “ningún” mecanismo de control que asegure que los purines se vierten en las condiciones que marca la legislación. “Tampoco se tiene en cuenta que las macrogranajas de cerdos emiten amoniaco a la atmósfera y gases de efecto invernadero (GEI), principalmente dióxido de carbono y metano, contribuyendo al calentamiento global”, afirman.
Recuerdan también que la FAO señala que la ganadería intensiva es responsable del 18% de las emisiones de GEI, siendo el segundo sector tras el transporte. Para la Plataforma, la apuesta del gobierno regional por la ganadería industrial en detrimento de la ganadería extensiva es “insensato y un grave error” que se sufrirá “tanto a corto plazo como en las generaciones futuras”, en forma de pérdida de puestos de trabajo en el mundo rural y de deterioro del medio ambiente.
